Justicia
Lanzó un órdago, y va a hacerlo realidad. El presidente del Supremo, Carlos Lesmes, prepara su dimisión como presidente del Tribunal Supremo por el interminable bloqueo del Poder Judicial.
Más allá de haberse convertido en una tradición, las fuertes broncas entre el Gobierno y la oposición van camino de agravar todavía más la situación de la justicia. En la apertura del curso judicial, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ya advirtió de su intención de renunciar a su cargo si PSOE y PP no se ponían de acuerdo para renovar el Poder Judicial, cuyo mandato lleva caducado casi un lustro y todos sus miembros están en funciones.
Dicho y hecho: PSOE y PP siguen sin buscar un acuerdo y Lesmes ya prepara su dimisión del CGPJ y del Tribunal Supremo, que podría hacerse efectiva dentro de unos días si nada cambia. El actual presidente del Supremo renunciará tanto a este cargo como a su mandato al frente del CGPJ, en señal de hartazgo por todo lo ocurrido y la incapacidad de una justicia, que, a juicio de numerosos grupos parlamentarios, está cada vez más politizada y controlada principalmente por los dos partidos hegemónicos.
En el comunicado que ha emitido el CGPJ, se señala que Lesmes "dará cuenta la próxima semana a los miembros de la Sala de Gobierno del alto tribunal y del Pleno del CGPJ de un informe sobre su eventual sustitución en la titularidad de la presidencia de ambas instituciones". Como la vicepresidencia del CGPJ está vacante por la jubilación de su hasta entonces ocupante, Ángel Juanes, en octubre de 2019, se baraja que sea el actual vicepresidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín Castán, interino en su cargo, quien pueda asumir el mandato de ambas instituciones, buscando una fórmula que le permita ejercer las funciones de Lesmes hasta que se renueven los órganos institucionales.
La bronca por la renovación del Poder Judicial llega a Europa
La Unión Europea también ha pedido que se renueven cuanto antes los órganos judiciales, alegando que esta situación está afectando al correcto funcionamiento de la justicia en España, y que se necesita poner soluciones sobre la mesa para poder arreglarlo a la mayor brevedad. Lejos de buscar un consenso, las posturas están cada vez más distantes y resulta mucho más difícil poder alcanzar un acuerdo, que por ahora, parece muy improbable.
Si Lesmes dimite de su cargo, la crisis será todavía más grande, por lo que su órdago, que ya se ha demostrado, no era ninguna broma, podría ser decisivo para que PSOE y PP busquen un acuerdo común. Si Lesmes dimite y la situación permanece de esta manera, el Poder Judicial tendrá mucho más limitadas sus funciones, de modo que las pretensiones de renovar los órganos judiciales, cuyo mandato caducó hace años, prevalece sobre las primeras preocupaciones a nivel político y social.