EN SU DECLARACIÓN
Apostolos Mangouras, capitán del "Prestige" cuando en 2002 se hundió frente a las costas gallegas provocando una catástrofe medioambiental, ha reconocido ante el tribunal que juzga los daños causados por el vertido de fuel que la carga pudo ser trasvasada a un buque más pequeño una vez que el temporal amainó.
Mangouras ha afirmado que en las horas previas a la avería, durante la mañana del 13 de noviembre de 2002, las "grandes dimensiones" del petrolero hacían "imposible" fondearlo en una zona de abrigo cercana a su ruta como la ría de Ares. No obstante, ha defendido que cuando el barco sufrió la fisura que acabó en su naufragio el 19 de noviembre hubo momentos, una vez corregida la escora inicial de 25-30 grados, en los que el buque "pudo ser remolcado a una zona abrigada y trasvasar su carga a una nave más pequeña".
"No estabilizamos el barco para que lo llevaran al océano", ha recalcado Mangouras, quien en su declaración a las preguntas del fiscal el pasado martes insistió en que la mejor solución hubiera sido remolcar el "Prestige" a un puerto-refugio y no alejarlo de la costa como finalmente se hizo por orden de las autoridades españolas.