PARAÍSO DE LA CAZA
Bajo control del Gobierno, existe toda una industria del turismo dirigida exclusivamente a los aficionados a la caza, a quienes se ofrece la oportunidad de cazar elefantes, leopardos, jirafas y todo tipo de animales salvajes durante una estancia en campamentos de lujo situados en parques nacionales.
Una estancia de unos 12 días en uno de estos campamentos con licencia para abatir un elefante, el ejemplar más caro, sale por unos 37.000 euros, mientras que ir a la caza de un leopardo o un león sale por unos 36.000 euros y la del búfalo baja a 23.000 euros, según los precios consultados en varias de estas compañías.
Es el Gobierno de este país el que concede un número limitado de licencias al año por especie para que la caza de animales salvajes se lleve a cabo de forma controlada. Cuando el Ejecutivo detecta que el número de ejemplares de una determinada especie ha bajado demasiado prohíbe la caza. Es lo que ocurrió con el león en 2007.
El Rey Juan Carlos estuvo esta semana en Botsuana practicando la caza y alojándose en uno de estos campamentos de lujo, donde se cayó de forma accidental y se rompió la cadera, lo que motivó su regreso a Madrid, donde ha sido operado para reconstruirle esta articulación con una prótesis.
Aunque la caída fue la causa de su fractura en la cadera derecha, Don Juan Carlos sufre artrosis, como ha confirmado por primera vez el Palacio de la Zarzuela, por lo que su cadera, igual que su rodilla derecha de la que se operó en junio, ya se había sometido a un desgaste previo.