Aznar
El expresidente del Gobierno golpea con contundencia al actual Presidente por el "bochorno internacional" que ha dado.
José María Aznar ha cargado duramente contra Pedro Sánchez. Considera que con los cinco días de reflexión del presidente del Gobierno "ha engañado" a todo el país. Lo ha calificado de "una especie de caudillo populista" y de "gran farsante". El Presidente anunció el pasado lunes que continuará en la Moncloa tras meditar una posible dimisión. El expresidente del Gobierno por el Partido Popular lamenta "la declinante influencia" política española de los últimos años.
A su juicio dice que se ha producido un "bochorno internacional" desde la reflexión de Pedro Sánchez. Le acusa de "mentir". "Me cuesta decirlo, pero es la verdad. Hace falta ser un gran farsante para mentir de la manera que lo ha hecho", señaló. Aznar considera que Sánchez "ha cruzado una línea" y cree que quien lo hace "se convierte en una especie de caudillo populista, más alejado de un jefe de Gobierno y más cerca de un autócrata populista". "Yo no renuncié ningún día a ser presidente del Gobierno", reivindicó durante las jornadas 'Memoria y Legado de la Transición' organizadas por la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia.
Dice que ahora estamos ante el "momento más delicado desde la Transición". Defiende que durante décadas España fue "ejemplo de transición para las repúblicas iberoamericanas, tuvo proyección en Oriente Medio y en el norte de África o confianza con Estados Unidos, pero hoy eso ya no está". "Es una de las cosas que más me duelen como expresidente, sobre todo a alguien que ha prestado mucha importancia a la proyección internacional".
El "punto y aparte" que anunció Pedro Sánchez es "sobre todo, un punto y aparte ante la libertad de los jueces, los medios de comunicación, la oposición y todo aquel que no esté de acuerdo" con él. Asegura que lo que ha pasado tras la carta del presidente del Gobierno "ha sido un bochorno internacional, una vergüenza recogida en todo el mundo".
Aznar también hablo sobre las leyes de concordia puestas en marcha por PP y Vox en Aragón, Castilla y León y la Comunidad Valenciana de las que alertó la ONU. Remarcó que "todo lo que suene a concordia" le "suena bien". Incidió en que "reescribir la historia es lo más absurdo que se puede hacer" y ha resaltado que lo debe hacerse es "interpretarla correctamente y no manipularla".
Reconoció que todo lo de la memoria democrática le "cansa un poco" y recordó que el 21 de noviembre de 2002 el Partido Popular impulsó una moción por la que "se condenaba el alzamiento militar de 1936, se reparaba a las víctimas del franquismo y se impulsaban ayudas para recuperar a personas desaparecidas".
"Mi gobierno aprobó normas sobre reparación de víctimas sin distinción", y criticó que "una parte de la izquierda que padece una indigencia intelectual muy grande, y cada 15 días tiene que escarbar entre los restos de Franco porque si no, no pueden vivir".
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