el 1 de octubre marca el debate político
El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado la propuesta del PP para que el consistorio se comprometa a "no apoyar ni proporcionar medios ni personal municipal" al 1-O, una propuesta que ha puesto en evidencia las diferencias entre los socios de gobierno del PSC y BComú.
El anuncio del Govern de que quiere convocar un referéndum el próximo 1 de octubre ha marcado el debate político del pleno del mes de junio del consistorio de la capital catalana que ha sido presidido de nuevo por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que se ha reincorporado tras su maternidad.
Además, el pleno ha aprobado el Código Ético y de Conducta del Ayuntamiento de Barcelona, la modificación del plan general en el ámbito de Glòries y la integración definitiva de las 8.300 personas usuarias de la mutua municipal Instituto de Prestaciones de Asistencia Médica al Personal Municipal (PAMEM) en el sistema de cobertura sanitaria universal del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut).
En la sesión de control al gobierno, en respuesta a una pregunta del exalcalde Xavier Trias (PDeCAT), la alcaldesa ha revelado que la huelga de los trabajadores de Metro, que el lunes llegará a su novena jornada de paros parciales, ha supuesto la pérdida de 546.000 euros para Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). "Os echaba de menos", ha asegurado Ada Colau a los miembros del consejo municipal al abrir el pleno, a la vez que ha criticado que la normativa actual sea "anacrónica" y no permita "delegar el voto ni votar electrónicamente".
La alcaldesa podía haber eludido la cita porque que está de baja maternal, pero ha decidido asistir al pleno en el que el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha expuesto los argumentos de BComú para rechazar la propuesta del PP para que el Ayuntamiento se comprometiera a "no apoyar ni proporcionar medios ni personal municipal para el día 1 de octubre", fecha del eventual referéndum.
Pisarello ha asegurado que aprobarla "sería una criminalización preventiva", ya que ni el Govern ha explicado los aspectos básicos de la convocatoria, ni el Gobierno del PP cómo piensa actuar. Además, ha reiterado la voluntad de los comunes de "empujar" para que los catalanes puedan decidir su vinculación con España en un "referéndum con garantías".
Por estos motivos, los concejales de BComú, incluida la alcaldesa, no han dudado en sumar sus votos a los del PDeCAT, ERC, la CUP y el concejal no adscrito Gerard Ardanuy para rechazar la propuesta del PP. El debate ha servido para dejar claro una vez más que el PSC, aunque forma parte del gobierno municipal, en los temas soberanistas no comparte posiciones con BComú, ya que los socialistas han secundando la iniciativa popular.
El pleno ha aprobado las propuestas del PDeCAT para impulsar un plan de choque por la convivencia en las plazas de Gràcia; de ERC para acelerar el Plan Director de Transformación de la cárcel Modelo; de Cs para adoptar medidas con el fin de reducir el IBI y de la CUP para desarrollar un servicio municipal integral y descentralizado dedicado a las víctimas de las violencias LGTBI-fóbicas. En la sesión de control, la alcaldesa ha aceptado la petición de la presidenta del grupo municipal de Cs, Carina Mejías, para incrementar la vigilancia de las instalaciones del metro y proteger a los vigilantes de seguridad.