MUCHOS PARIENTES HAN IDO A LA ZONA DEL SUCESO
El gimnasio del pequeño pueblo de Seyne-Les-Alpes servirá para recibir a las familias del avión siniestrado. Los periodistas permanecen alejados, en señal de respeto. Desde el lugar, la Gendarmería francesa está en disposición de organizar, para los familiares que así lo deseen, traslados hasta un pequeño pueblo muy próximo al lugar del accidente.
En cualquier caso, en la sala habilitada tienen comida, bebida y cuentan con la ayuda de un equipo de 30 psicólogos preparados para ayudarles.
En España también reciben atención psicológica decenas de familiares de las víctimas. La compañía fletará mañana un avión para trasladar a otros familiares. El resto espera noticias en un hotel de Barcelona donde se les informa de todas las novedades. A todos se le han tomado muestras de ADN y se les han pedido objetos personales y radiografías de las víctimas para agilizar la identificación.
Seis expertos de la Policía y la Guardia Civil se trasladarán a Francia para ayudar en la identificación de las víctimas. Se enfrentan a uno de los escenarios más complejos, una catástrofe aérea en un área de difícil acceso. Por eso, esas labores de identificación pueden llevar semanas de trabajo.