AL MARGEN DE ETA
El exdirigente de la organización juvenil Haika Arkaitz Rodríguez, uno de los acusados de intentar reconstruir Batasuna a través de Bateragune, ha asegurado que él y el resto de los procesados formaban parte de un grupo de debate y reflexión liderado por Arnaldo Otegi y que no seguían órdenes de ETA.
"Nos llamaban el grupo de Otegi", ha señalado Rodríguez, que ha negado que el grupo constituyera la "comisión permanente" o "comisión de coordinación de la izquierda abertzale" -como el fiscal describe a Bateragune- y que recibiera instrucciones o directrices de la banda terrorista ETA.
El acusado ha dicho que entró en contacto con Otegi tras la excarcelación de éste en 2008 a través de otra de las procesadas, Sonia Jacinto, que en los meses anteriores le había hecho partícipe de las "reflexiones" que el exportavoz de Batasuna le iba trasladando periódicamente desde prisión.
"Eran reflexiones muy concretas que se referían a la necesidad de plantear un debate en profundidad en el seno de la izquierda abertzale que tuviera por objeto dar por superada la estrategia que hasta ese momento se desarrollaba y sustituirla por otra que empleara exclusivamente vías políticas y democráticas", ha señalado.
Rodríguez, que ha asegurado que coincidía "plenamente" con el diagnóstico de Otegi, ha declarado que se integró en el grupo "a título personal" con el objetivo de "articular el debate" en el seno de la izquierda abertzale, de extender "como una mancha de aceite" sus reflexiones y de ir ganando adeptos.
Tras considerar que existían las condiciones para el cambio de estrategia, ha dicho Rodríguez, los miembros del grupo abordaron la cuestión de cómo materializarlo y llegaron a la conclusión de que hacía falta "una acumulación de fuerzas suficiente para que el Estado respetase un marco democrático para Euskal Herria".
"Eso solo se podía conseguir por vías políticas y pacíficas, para que amplios sectores, más allá de la base de la izquierda abertzale, pudieran participar", ha dicho el acusado, que ha añadido que "eso evidentemente entraba en colisión con la permanencia de la estrategia militar".
Fue entonces, según Rodríguez, cuando los miembros del grupo mantuvieron reuniones con dirigentes de Eusko Alkartasuna como Rafael Larreina o Unai Ziarreta, que plantearon como condición para que fuera factible el llamado "polo soberanista" que la acumulación de fuerzas "tenía que ubicarse en una estrategia pacífica y democrática".
El procesado ha dicho que la apuesta del grupo por las vías exclusivamente políticas y democráticas se tradujo en la ponencia 'Clarificando la fase política y la estrategia' y que ETA intentó oponerse al mismo introduciendo una ponencia distinta, llamada 'Mugarri', que no fue aceptada y no llegó a debatirse.
También ha señalado que cuando él y los otros procesados fueron detenidos estaban preparando la denominada 'Declaración de Alsasua', tras la que se inició el debate en el seno de la izquierda abertzale que terminó el 24 de abril de 2010 con una apuesta pública "por las vías políticas y democráticas".