Así serán las pensiones tras la reforma del Gobierno: vinculadas al IPC y con penalización para quien se jubile antes

El Gobierno de Pedro Sánchez ha alcanzado un preacuerdo sobre la reforma de la pensiones, la principal condición que le puso Bruselas para liberar el fondo de rescate económico que la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aprobó en Madrid, junto a Sánchez, la semana pasada.

De esta forma, la nueva reforma de las pensiones castigará la jubilación anticipada con penalizaciones de hasta el 16%, pero también bonificará la demora en la edad para abandonar el trabajo.

En ese sentido, el Gobierno plantea un 'cheque' de hasta 12.060,12 euros en un pago único a quienes se retiren más tarde de la edad legal.

Además, las pensiones se revalorizarán a partir del año que viene en función del IPC (Índice de Precios al Consumo). Esto, en principio, implica que el valor de las pensiones no se estancará, pero sólo subirán en la medida en que lo haga la inflación.

La fórmula para lograrlo tendrá en cuenta el IPC del año anterior, pero -y esto es importante- las pensiones no se recortarán en caso de dicho valor sea negativo.

Es decir, que podrá subir o quedarse como estaba, pero nunca, bajar, según ha acordado el Ejecutivo con los sindicatos.

Edad de jubilación

Otro de los puntos más importantes de la reforma hace referencia a la edad de jubilación. La reforma pretende alargar la edad de jubilación efectiva (que hoy está en los 64 años) a la legal, que en 2027 estará en los 67 años.

Este punto ha sido uno de los más polémicos durante las negociaciones. Los sindicatos se han mostrado reticentes a que en algunas profesiones se demore el momento de la jubilación, mientras que la patronal no ve con buenos ojos que se prohíba o dificulte la jubilación forzosa, se dificulte la jubilación anticipada y se promueva la jubilación demorada.