CUANDO SE VA A PIE EL PROTOCOLO DE SEGURIDAD ES DIFERENTE
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha seguido con su agenda y con la seguridad habitual tras la detención de una persona que planeaba asesinarle. A su lado siempre van los escoltas, pero cómo funcionan.
Cuando el presidente se mueve en coche se despliega lo que se conoce como cápsula de seguridad, que está formada por tres coches. El primero es el que abre camino, el segundo es un blindado muy pesado, capaz de resistir un atentado y que cuesta más de 600.000 euros, y el tercero un coche potente y rápido que rescataría al presidente en el momento de necesitarlo. Esta cápsula de seguridad fue la que salvó a Aznar en el atentado del 95.
El protocolo cambia cuando se va a pie. La estructura del círculo es el primero con un escolta a un metro del presidente, y dos o tres escoltas personales. El segundo círculo en la calle, con agentes de paisano y agentes uniformados, que sirven para disuadir en caso de un problema. Y un tercer círculo, la vigilancia en edificios próximos con francotiradores.
A pesar de todas estas precauciones, a veces hay fallos, sobretodo cuando el político está en contacto con los ciudadanos. En España, lo vimos con el puñetazo a Mariano Rajoy.