XVI CONGRESO DEL CDC
El presidente de CDC y de la Generalitat, Artur Mas, ha apostado por que Cataluña construya su propia hacienda si el Estado rechaza un pacto fiscal, "porque todos los países normales del mundo tienen una hacienda propia".
Ha lanzado esta advertencia en su discurso de clausura del XVI Congreso de CDC, que ha encumbrado a Oriol Pujol al puesto que hasta ahora ocupaba él, la Secretaría General, y que ha aprobado ir hacia la construcción de un 'Estado propio' sustentado por una gran mayoría.
Tras asegurar que intentarán conseguir el pacto fiscal por la vía del pacto "dentro y fuera de Cataluña", ha admitido que no hay muchas posibilidades de obtenerlo pero que agotarán todas las vías de negociación.
"Pero si, pese a la voluntad de pacto y de presentar el pacto fiscal más como una solución que como una amenaza, no se consigue, en cualquier caso Cataluña debe construir su propia hacienda propia", ha exclamado, alegando que si Europa se construye a base de soberanías compartidas no habrá ningún país que renuncie a este planteamiento.
Mas defiende unos "Estados Unidos de Europa"
Ha remarcado que Cataluña estaría dispuesta incluso ahora a hacer concesiones de soberanía a cambio de una Europa que represente a todos los territorios, como, a su juicio, ocurre en Estados Unidos, y ha defendido unos 'Estados Unidos de Europa'.
Así, según el desarrollo europeo y ante la "imposibilidad" de que España reconozca el derecho de Cataluña a ser, Mas ha insistido en que tiene el derecho de tener los mismos poderes que un Estado.
Según él, durante décadas se ha pensado que España podía respetar el derecho de Cataluña a ser, algo por lo que fueron criticados, pero "esto no ha sido así o suficientemente así".
"Que nadie vea en esta demanda del derecho a existir y ser de Cataluña una voluntad de confrontación o amenaza. Es mucho más sencillo porque Cataluña lo que pide es lo que reclama todo el mundo: derecho a existir, ser y progresar", ha sentenciado.
Según Mas, no quieren molestar ni hacer enfadar a nadie con sus reivindicaciones, por lo que ha emplazado a interpretarlo como una voluntad de "afirmación propia, absolutamente en positivo", ante las malas interpretaciones que se pueden derivar de ciertos sectores.
"De la misma manera que no queremos amenazar ni molestar, Cataluña no quiere ser borrada del mapa de las culturas, lenguas y naciones" ha añadido, sobre todo después de mil años de historia llena de adversidades.
También ha querido lanzar un mensaje de esperanza para una Cataluña que, a su juicio, goza de muchas energías, activos y civismo.