REUNIÓN ENTRE GARZÓN, LARA Y SÁNCHEZ
El portavoz de IU en el Congreso, Alberto Garzón, y el líder del partido, Cayo Lara, se han reunido esta tarde con Sánchez en el Congreso, en el primer día de la ronda de consultas iniciada por el dirigente socialista después de que el Rey le encargara ayer la formación de Gobierno.
Garzón ha recordado que tanto un acuerdo de investidura como un eventual pacto de gobierno será consultado a las bases.
Lara ha recalcado que ahora sólo están hablando de investidura, no de la formación de gobierno, e incluso Garzón ha añadido que las negociaciones puramente dichas no empezarán hasta la próxima semana, una vez que IU escoja el sábado a los integrantes de su comisión negociadora.
"No hay ninguna puerta cerrada a un futuro gobierno"
Sea como sea, se han mostrado esperanzados en que haya un Ejecutivo de izquierdas que impida que siga gobernando el PP o que haya nuevas elecciones, porque, desde su punto de vista, si se repiten los comicios saldría reforzado el partido de Mariano Rajoy.
Por eso, Lara ha lanzado un aviso a quienes tengan la tentación de poner zancadillas para que no se llegue a un acuerdo de mayoría de progreso y les ha dicho que si lo hacen serán castigados por la ciudadanía.
Después de media hora de conversar con el líder socialista de una manera "tranquila y amable", Garzón ha sacado la conclusión de que efectivamente Sánchez "va en serio", como ya dijo ayer y ha insistido, por otro lado, en que no es el momento de hablar de "sillones" ni de carteras ministeriales porque eso, si llega, se hablará en una fase posterior.
"No hay ninguna puerta cerrada a un futuro gobierno o una posibilidad de entrar", ha apuntado Lara en alusión a la oferta de Podemos, recalcando que en este momento solo se está hablado de "programa".
Y del mismo modo, tampoco descartan apoyar un Ejecutivo de Sánchez en el que pudiera estar Ciudadanos si les gusta el programa, aunque, en principio, no creen que "ese futurible sea probable". De la misma manera, ellos votarán en la investidura de acuerdo con sus convicciones y sin mirar lo que haga Podemos.
Izquierda Unida no tiene líneas rojas para negociar y espera acercar posturas con el PSOE en aquellas cosas que les separan, entre ellas la derogación de la primera reforma laboral socialista que la formación incluye en su paquete de medidas.
En cambio, no está en ese programa de prioridades la convocatoria de un referéndum en Cataluña, aunque espera que ERC, que al igual que DiL ha sido excluida de esta primera fase de diálogo promovida por el PSOE, al final acabe entrando en las negociaciones.