EN EL AEROPUERTO
Los 56 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que han estado desplegados en Chile durante dos semanas ayudando a sofocar los graves incendios forestales del centro y el sur del país han regresado este lunes a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Según ha informado un portavoz de la UME, los 56 militares han pasado 16 días en Chile para responder a la petición de ayuda de las autoridades del país andino ante los más de cien incendios que se habían declarado en cuatro regiones diferentes y que ya han calcinado más de medio millón de hectáreas.
Según la UME, Chile se ha enfrentado a "una de las mayores tragedias forestales de su historia" que ha movilizado a más de 19.400 efectivos entre personal de las Fuerzas Armadas, la Corporación Nacional Forestal, bomberos, personal municipal, gobernaciones, intendencias, empresas privadas y voluntarios, además de los enviados por otros países.
La UE, a través de su Mecanismo de Protección Civil, movilizó equipos de Francia, Portugal y España (UME) y además envió a un equipo de ocho expertos de España, Francia, Suecia y Finlandia como oficiales de enlace con las autoridades chilenas.
La misión de los efectivos españoles ha sido ayudar a frenar el avance del fuego en la región del Bío Bío, situada en el centro del país, principalmente en dos focos: el Parque Nacional de Nonguén y cerca de la ciudad de Concepción, la capital de la región.
En el primer caso, se trata de una reserva natural y el principal bosque nativo del Bío Bío, con 25 especies autóctonas de plantas. Según el portavoz de la UME, la intervención de los bomberos chilenos, que han acudido desde todo el país, junto con contingentes extranjeros, han logrado salvar la reserva.
En el segundo caso, el fuego estaba localizado a las afueras de Concepción, en una zona de mucha vegetación, pero amenazaba con alcanzar a las viviendas cercanas. También la actuación de los militares españoles ha sido decisiva para controlar este foco y evitar que se produjeran daños personales
Una vez terminado el trabajo, es decir, una vez que los incendios contra los que han luchado están controlados, los 56 militares de la UME partieron del país andino el domingo por la tarde. Cuando se dirigían a embarcar en el aeropuerto de Santiago, los españoles fueron despedidos por un aplauso espontáneo a cargo de otros pasajeros, que quisieron agradecer así su labor en las más de dos semanas que han pasado en Chile.
Según ha explicado el comandante Vicente Franco, jefe de la Agrupación Táctica Chile de la UME, para los militares españoles fue un momento "increíble" y a más de uno se le "saltaron las lágrimas", por lo que ha dicho que todos están "muy emocionados". Y ha asegurado que momentos así no sólo ocurrieron en el aeropuerto al marcharse del país, sino que en los 16 días que han pasado allí mucha gente se ha acercado para felicitarles y agradecerles su trabajo para tratar de sofocar los graves incendios.