Tribunales
El hijo de Naty Abascal y el empresario Alberto Luceño firmaron un contrato para suministrar material sanitario al Ayuntamiento de Madrid. Según Anticorrupción, inflaron facturas y se embolsaron presuntamente 6 millones de euros en comisiones.
La Fiscalía Anticorrupción ha presentado una querella contra los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño por cobrar comisiones millonarias al "inflar" el precio de la compra de material sanitario para la pandemia en los tres contratos que firmó con el Ayuntamiento de Madrid. Se habrían embolsado, presuntamente, seis millones de euros.
La querella se presenta por la presunta comisión de delitos de estafa agravada; falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales, sin perjuicio de que la calificación pueda variar "en el momento procesal oportuno".
La investigación comenzó en noviembre de 2020, La querella explica que El escrito judicial tiene su origen en las diligencias de investigación incoadas por la Fiscalía el 19 de noviembre de 2020, y prorrogadas por Decreto del Fiscal General del Estado de 18 de noviembre de 2021.
Relata la querella que el 20 de marzo de 2020, el Ayuntamiento de Madrid suscribió un convenio con la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid S. A. (participada al 100% por el Ayuntamiento de Madrid) por el que esta se comprometía a garantizar el suministro de material sanitario y de seguridad para el personal del Ayuntamiento de Madrid, organismos autónomos y empresas dependientes.
En torno a esa fecha, los querellados Alberto Luceño y Luis Medina Abascal "actuando de común acuerdo y con ánimo de obtener un exagerado e injustificado beneficio económico, ofrecieron al Ayuntamiento de Madrid la posibilidad de adquirir grandes remesas de material sanitario fabricado en China".
Luis Medina fue la persona que contactó con el Consistorio, aprovechando su amistad con un familiar del alcalde de Madrid. Así, se le facilitó el nombre de la coordinadora General de Presupuestos y Recursos Humanos del Área de Gobierno de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Madrid, como persona a la que se debía dirigir para concretar los términos de las operaciones.
Desde este momento, las negociaciones se llevaron a cabo entre esta persona y Alberto Luceño, quien se presentó como "experto en importación de productos procedentes del mercado asiático, con fábricas en China a su disposición, y como agente exclusivo de la empresa malaya EEE, a través de la cual se iba a realizar la importación".