AVE a la Meca
La investigación surgió después de que se difundieran unos audios en los que Corinna Larsen le contaba al Comisario Villarejo la existencia de unas supuestas comisiones.
La Fiscalía Anticorrupción ha archivado la investigación del supuesto cobro de comisiones para la construcción del AVE a la Meca. No se ha podido determinar que un consorcio de empresas españolas pagara comisiones ilegales por valor de 80 millones para su construcción.
La investigación surgió tras la difusión de unos audios, en los que Corinna Larsen le contaba al Comisario Villarejo la existencia de esas supuestas comisiones. El pasado mes de marzo, el Tribunal Supremo archivó la investigación abierta en torno al rey Emérito.
El jefe de Anticorrupción ha aprobado la propuesta formulada por el fiscal del caso, Luis Pastor, de archivar la investigación preliminar, ya que no se encontraba judicializada. Así lo informa el Ministerio Público.
Pastor concluye que los elementos que tiene la Fiscalía tras la investigación "son claramente insuficientes, sin univocidad incriminatoria, carentes de la necesaria conexión entre sí, en parte contradictorios".
Explica que los indicios con los que cuenta no avalarían una querella que permitiera superar la fase preprocesal que representan las diligencias del Ministerio. La investigación "ha estado dirigida a tratar de dilucidar si por parte de las compañías españolas se ha realizado algún paso o compensación a funcionarios o autoridades del Reino de Arabia Saudita que hubiera facilitado la adjudicación de las obras".
No se investigaba al rey Emérito
En estas diligencias fiscales, se investigaban los contratos, pero no a Juan Carlos I. Se debe a que en el momento de los hechos gozaba de inviolabilidad al ostentar la Jefatura del Estado.
En el año 2006, las empresas españolas interesadas en participar formaron un consorcio con otras dos saudíes. Del lado español estaban ADIF, RENFE, OHL, Indra, Talgo, Imathia, Dimetronic, Cobra Instalaciones y Servicios Internacionales; Consultrans y Servicios-Copasa; Instalaciones Inabensa; e Ingeniería y Economía del Transporte.
Por la parte saudí, las empresas que estaban eran el Grupo Al Shoula, cuyo titular y beneficiario era un príncipe saudí, y Al Rosan Contracting.