Pablo Casado
Un año después, Pablo Casado se encuentra fuera de la política y su sucesor, Alberto Núñez Feijóo, mantiene unidas las filas populares.
Este domingo se cumple un año de la crisis interna que vivió el Partido Popular y que terminó con la salida del entonces presidente, Pablo Casado. Un supuesto caso de espionaje al hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, abrió una guerra entre la presidenta madrileña y Pablo Casado que provocó una de las mayores crisis del partido. En poco más de una semana hubo dimisiones y cambio en el liderazgo. Alberto Núñez Feijóo tomó las riendas del PP y, un año después, los suyos hablan de unión e ilusión.
La herida ya no sangra y casi todos han encontrado acomodo en el PP de Feijóo. Salvo Casado, que guarda silencio desde que el pasado abril, está alejado de la política y se abre camino en el mundo de los fondos de inversión.
El caso de las mascarillas
La bomba estalló el miércoles 16 de febrero, varios medios publicaron que la dirección nacional del PP, a través de una empresa pública del Ayuntamiento de Madrid, estaba intentando espiar a Ayuso. En el centro de la polémica estaría un contrato directo de 1,5 millones de euros otorgado en abril de 2020 por la Comunidad de Madrid a la empresa Priviet Sportive, S.L. para comprar mascarillas FFP2 y FFP3, que estaría relacionado con su hermano, Tomás Díaz Ayuso.
Detrás de todo el espionaje se encontraría el director de Comunicación de Almeida, Ángel Carromero, que dimitió a los pocos días. La presidenta sacó toda la artillería y la respuesta no se hizo esperar. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, negó que se estuviese elaborando un dosier contra la presidenta y cargó contra ella por atacar de forma "cruel e injusta a la dirección que le ha dado todo".
Casado se mantuvo callado hasta que acudió a una entrevista en la 'Cadena COPE'. Allí explicó que cuando la dirección del partido tuvo noticias de las supuestas irregularidades en la adjudicación de mascarillas para Madrid, lo primero que hizo fue llamar a Isabel Díaz Ayuso y decírselo, pidiéndole "por favor" que investigase lo que había pasado. Pero no hubo respuesta de Ayuso, que se limitó "a pedir públicamente que se adelantase la fecha del Congreso del PP de Madrid".
Posteriormente, Ayuso asumió que su hermano, Tomás, cobró 55.580 euros de una empresa contratada por su Gobierno para comprar mascarillas en China en abril de 2020, al inicio de la pandemia. "Es una contraprestación por su trabajo, no una comisión por intermediación", defendió Ayuso.
El enfado y las dudas alimentadas durante meses se volvieron en contra de Casado, que en apenas siete días perdió todos sus apoyos, los de su Comité de Dirección, sus diputados y también los de los barones, unidos en torno a Feijóo. Los editoriales de prensa e incluso una manifestación a las puertas de la sede pidieron su marcha.
Feijóo lidera las encuestas y aspira a gobernar en solitario
El desenlace llegó en la madrugada del 23 al 24 de febrero. Tras despedirse del Parlamento, Casado vio como los barones le enseñaban la puerta de salida. El momento le pertenecía a Feijóo, que cogió el tren que había dejado pasar en 2018.
El PP ha hecho borrón y cuenta nueva. Algo que quedó evidenciado hace unas semanas cuando los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy aparecieron juntos en Valencia, una instantánea que ha generado euforia en el PP porque pone fin a años de desencuentros.