Absentismo laboral
El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, se presentó en una oficina municipal del ayuntamiento y denunció que los trabajadores no estaban en su puesto de trabajo a la hora que debían. Defiende un sistema de control de asistencia y puntualidad.
No es la primera vez que Gonzalo Pérez Jácome siembra la polémica entre los vecinos de Ourense, pero en esta ocasión ha cogido a muchos por sorpresa.
El alcalde de Ourense se presentó en un edificio municipal del Concello de Ourense pasadas las 8 de la mañana y quince minutos después de que tuviesen que haber llegado a sus puestos de trabajo los empleados públicos. Asegura Jácome que el inmueble estaba a oscuras y que hasta las 08:25 no apareció el primero de los trabajadores. Tras él, y como un goteo, llegaron el resto. Un total de diez funcionarios.
"Una pillada en toda regla"
Esta es, según el alcalde Pérez Jácome, “la gota que ha colmado el vaso, un cachondeo, una pillada en toda regla”, sostiene con vehemencia. Al tiempo, Jácome insiste en la necesidad de tomar medidas y avanza la apertura de expedientes disciplinarios a los funcionarios que no cumplan con sus obligaciones.
Por ello ha anunciado que a partir de marzo instalará un sistema tecnológico para controlar las entradas y salidas del funcionariado del que dice “hay un porcentaje que no cumple y a esos es precisamente a los que les molesta que implemente medidas”. Así se expresaba él mismo en su perfil de la red social Twitter después de esta inspección por sorpresa.
Lo cierto es que los sindicatos han puesto el grito en el cielo y acusan al alcalde de acoso y persecución hacia los funcionarios públicos. Él, sin embargo, se defiende alegando que existe una partida presupuestaria desde 2013, de 80.000 euros, para implantar un sistema de control telemático, y que ha de utilizarse para lo que se planificó.