RÉPLICA EN EL PARLAMENT

Albiol: "El Estado de derecho no va a permitir ningún estado independiente en forma de república"

El líder del Partido Popular catalán ,García Albiol, ha avisado este martes que en ningún caso habrá independencia de Cataluña por mucho que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, "juegue al despiste" y haya dicho que suspende los efectos de una declaración de independencia por un tiempo para dar margen al diálogo.

El líder del Partido Popular catalán García Albiol, ha destacado una intervención que ofreció hace unos meses dirigida al Govern. En ella cuestionaba en "qué momento de la historia de Cataluña la radicalidad y la ruptura había mejorado la calidad de vida de Cataluña", y la respuesta, según Albiol, fue que "nunca", a lo que ha continuado que "tampoco lo hará en 2017".

Albiol ha avisado este martes que en ningún caso habrá independencia de Cataluña por mucho que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, "juegue al despiste" y haya dicho que suspende los efectos de una declaración de independencia por un tiempo para dar margen al diálogo.

En su intervención en el pleno del Parlament en el que ha comparecido Puigdemont, Albiol ha destacado que "ya no valen ambigüedades ni juegos de piruetas semánticas porque el Estado de derecho no va a permitir ningún estado independiente en forma de república ni por etapas ni en diferido".

Albiol ha dicho que la comparecencia de Puigdemont ha sido muy ambigua y que "no ha quedado muy claro" lo que ha querido decir con la suspensión de una declaración de independencia, pero ha avisado de que en cualquier caso nunca se reconocerá un estado catalán.

El líder popular ha pedido a Puigdemont que renuncie al "golpe de Estado que está perpetrando" y se siente a dialogar sobre propuestas legales y plausibles: ha avisado que en ningún caso el Estado hablará de cómo romper la soberanía nacional ni de cómo separar Cataluña del resto de España.

La hoja de ruta independentista --ha añadido-- solo ha comportado inseguridad económica y ha puesto en riesgo las instituciones catalanas, aunque también ha tenido un efecto muy positivo, que es el de "despertar" a la mayoría de catalanes que también se sienten españoles y unirles para defender la democracia.

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