Caso Koldo
Después de acusar a su partido de no recibir ningún apoyo tras el escándalo del 'Caso Koldo', Ábalos mantiene su defensa anunciando que seguirá la disciplina de voto de su partido.
José Luis Ábalos no rebajó el tono durante los 25 minutos que duró su comparecencia en la sala de prensa del Congreso. Remarcó que es inocente y que no terminaría su carrera política por un caso de corrupción como en el que se ha visto envuelto en los últimos días. Ahora será el diputado más icónico del Grupo Mixto, el llamado 'gallinero' del hemiciclo que lo compondrá junto a 7 diputados más.
Todos los socialistas piden su dimisión pero mientras, una de las figuras más simbólicas del partido mantiene su defensa "hasta las últimas consecuencias". Reconoce que le gustaría haber sido apoyado por sus compañeros, a los que acusa, además, de no notificarle el ultimátum de 24 horas para salir de las filas del PSOE.
Arremete también contra ellos diciendo que "apelan a una cuestión ética" y que, en caso de haber renunciado, denotaría un signo de culpabilidad que él no ha asumido. Esto, según muchas voces socialistas, es relativo porque fue el propio Ábalos quien eligió directamente a Koldo García para que fuera su asesor. La oposición aprovecha así esa supuesta inocencia del exministro de Transportes para culpar directamente a Pedro Sánchez y a Santos Cerdán de encontrarse detrás de una "actividad criminal", tal y como expresó el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, hace unos días.
En Onda Cero, Ábalos aseguró que el delito de organización criminal que se está estudiando "suena muy fuerte". Para empezar, cuestiona si era "efectivamente" una organización y por eso confía en que habrá que demostrarlos porque "las penas son las que son". "Veremos en qué quedan", ha añadido.
Durante la entrevista que le hizo Susanna Griso en 'Espejo Público', Ábalos reconoció que ha sido "todo lo que podía ser" durante su trayectoria política. Sabía que estaba en su "recta final", aunque algo que no comparte es la "salida" de las filas socialistas. Señaló que le afecta a su "reputación".
Considera que en caso de que Sánchez le hubiera pedido personalmente renunciar al acta no hubiera sentido la "obligación moral" de hacerlo.
"Cuando uno dimite por una cuestión de estas asume ser parte de ello y yo ni estoy imputado ni encausado y no tengo porque pagar un precio político y personal que afecta a mi entorno y mis hijos", insistió.
Pese a todas las acusaciones que ha hecho directamente a su partido, reconoce que su futuro se mantendrá en línea con los pasos que de la dirección general del PSOE. Asegura que votará a favor de la Ley de Amnistía, por ejemplo, pero también se debe tener en cuenta el golpe que supone para Pedro Sánchez quedarse con un escaño menos en el Congreso.
El que fue ministro de Fomento está convencido de que con el ultimátum del PSOE se ha conseguido enfrentar "la estrategia de la derecha" sin que forme parte de ninguna investigación. Señaló también que no ha mantenido ninguna palabra con el presidente del Gobierno "desde que empezó esta crisis" y que el único "problema" que puede existir es el que estudia la Audiencia Nacional -en referencia a la contratación-.
"Lo que hay es que, presuntamente, un hombre de confianza de mi gabinete pudo haber tenido parte de las comisiones de los intermediarios. O sea, no a costa tampoco del dinero público", remarca.
Ábalos sigue teniendo derecho como aforado por lo que a partir de ahora solamente puede ser juzgado por el Tribunal Supremo.
Seguirá percibiendo el salario de 3.142,14 euros como diputado, además de contar con las dietas, la Tablet y el móvil que presta la Cámara Baja a todos ellos.
Su escaño en el Grupo Mixto supone principalmente un cambio en la artimética parlamentaria. Puede influir en las mayorías simples y también tiene derecho a intervenir en los plenos que se celebren.
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