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Crisis PP

Las 48 horas en las que el núcleo duro de Pablo Casado se desintegró

La guardia pretoriana de Pablo Casado dimitió o pidió la salida del líder del PP en apenas dos días y tras haberle jurado lealtad en las redes sociales. Esta es la cronología de las convulsas últimas horas en el Partido Popular.

El pasado jueves por la noche, multitud de cargos del PP mostraron su apoyo a Pablo Casado en redes sociales tras el órdago que éste y Teodoro García Egea lanzaron contra la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de quien dijeron que podría haber incurrido en delito en la concesión de un contrato para conseguir mascarillas quirúrgicas, del que se habría beneficiado su hermano, Tomás Díaz Ayuso.

La situación, si bien crítica, parecía más o menos controlada por Pablo Casado y Teodoro García Egea dentro de la gravedad (aunque el partido estaba ya herido de muerte), hasta que llegó el fin de semana. El sábado y domingo miles de personas se dieron cita frente a la sede del PP en Madrid, en la calle Génova, para mostrar su apoyo a Ayuso y pedir la cabeza del líder de la oposición.

Estas manifestaciones espontáneas y convocadas a través de las redes sociales, lo terminaron de cambiar todo. En apenas 48 horas, los que habían mostrado su apoyo a Casado se fueron borrando, bien con dimisiones bien pidiendo la salida del líder de la oposición y, por supuesto, la de Teodoro García Egea.

Acción coordinada

Entre el lunes y el martes dejaron de apoyarle Belén Hoyo, miembro del comité de dirección del PP; Javier Maroto, portavoz en el Senado o José Ignacio Echániz, portavoz adjunto. También le dieron la espalda los que, hasta hace dos días, se consideraban sus 'fieles': Andrea Levy, Cuca Gamarra, Ana Pastor, José Luis Martínez-Almeida o Fernando López Miras.

Su mano derecha, Teodoro García Egea, dimitió ayer como secretario general al entender que no contaba con el apoyo de la mayoría de integrantes del partido y de que la situación era insostenible y se imponía un cambio.

Todo ha terminado hoy, en el Congreso, con una ovación de la bancada popular a Casado cuando este ha terminado su intervención, en la que en lugar de preguntar a Pedro Sánchez (era una sesión de control al Gobierno) ha lanzado un alegato con aroma de despedida.

Al abandonar el hemiciclo le han seguido María Pelayo, directora de comunicación del PP, y Pablo Montesinos, vicesecretario de comunicación.

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