Elecciones municipales y autonómicas
El 28 de mayo se celebran en España elecciones municipales y autonómicas pero en España no se cumple la premisa de "cada ciudadano, un voto" de ahí que a continuación expliquemos cómo funciona la Ley d'Hondt.
¿Cuánto vale cada voto? esta ha sido una de las grandes reivindicaciones de los detractores de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). Para tener claro cuál será el llamado voto útil y a quién beneficia más la abstención en las próximas elecciones municipales y autonómicas vamos a meternos de lleno en explicar cómo funciona el reparto de papeletas.
En España no se cumple la premisa de "un ciudadano, un voto". Nuestro sistema electoral se basa en el modelo de circunscripciones generales y así se reparten los escaños de cada elecciones generales. El principal argumento que esgrimen los defensores de este sistema es que se busca evitar la infrarrepresentación de las provincias con menos habitantes, aunque esto puede acabar convirtiéndose precisamente en el blanco de las críticas. ¿Cómo se calcula esta proporcionalidad? A través de Ley d'Hondt.
¿Qué es la ley d'Hondt?
Este sistema nació en 1878 de la mano de un jurista belga llamado Victor D'Hondt, de ahí su nombre. No solo es el que emplea España en sus comicios sino que también países como Francia, Bélgica, POrtugal, Islandia, Argentina o Brasil hacen uso de él.
Como norma general hay que saber que la Ley d'Hondt rige tanto las elecciones generales como las autonómicas aunque con pequeñas diferencias, la primera es que en las citas autonómicas como las del próximo 28-M se quedarán fuera del reparto la candidatura que no obtenga al menos un 5% de los votos válidos obtenidos en las urnas, este porcentaje se reduce al 3%en las generales.
Aplicado este criterio los votos que cada partido obtiene en las urnas se divide por el número de escaños que esa circunscripción electoral pone en juego. Con estos resultados se vuelven a ordenar los partidos políticos de mayor a menor y así se define cuántos diputados le corresponden a cada formación en cada parlamento.
El número de votos que cada formación consigue se divide por 1, 2, 3, etcétera, hasta un número igual al de escaños correspondientes a la circunscripción. Las candidaturas en tener los mayores cocientes son las que se llevan los primeros escaños.
El orden en la lista de los candidatos influye a la hora de saber qué diputado se adjudica primero el escaño.
¿Qué ocurre cuando las formaciones políticas empatan?
Si se diese la situación de un empate entre dos o más partidos el escaño se lo lleva el que tiene más número de votos y si también tuviesen el mismo número de votos entonces se sortearía.
De esta fórmula se extrae la afirmación de que un voto no vale lo mismo en Madrid o en Teruel ya que un partido en Teruel necesitaría menos papeletas para obtener representación que en la capital.