Pactos
Alberto Núñez Feijóo se queda sin posibilidades de lograr la mayoría absoluta, mientras que Pedro Sánchez confía en "encontrar la fórmula de gobernabilidad".
No han pasado ni dos días desde que se conocieron los resultados de las elecciones generales de 2023 y ya se ha producido una anomalía histórica en España: el ganador de los comicios, el 'popular' Alberto Núñez Feijóo, se ha quedado sin opciones para formar Gobierno después del 'no' del PNV, que se niega a entrar en negociaciones con Vox de por medio.
El propio presidente del PNV, Andoni Ortuzar, contactó con el líder del Partido Popular para informarle de que no iba a mantener ninguna conversación relacionada con la investidura, a pesar de que el propio Feijóo había anunciado "un contacto" con el máximo responsable del EBB. Ortuzar ha advertido en varias ocasiones que el PP había "cruzado una línea roja al meter en las instituciones" al partido de Santiago Abascal.
De esta manera, el PNV sigue los pasos de Coalición Canaria, que también está en contra de la llegada de Vox al Gobierno. Así, Génova ha visto cómo, en apenas un día y medio, se han agotado sus opciones de volver a la Moncloa. Salvo sorpresa, de nada servirán los 136 escaños conseguidos en las elecciones que, sumados a los de Abascal, se quedan a siete diputados de la mayoría absoluta.
La única posibilidad que tiene Feijóo para ser el nuevo presidente del Gobierno pasa, precisamente, por el actual jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a quien podría tratar de convencer para que le deje gobernar. No obstante, es una estrategia que no ha funcionado en toda la campaña electoral, en la que le ha insistido en dejar que gobierne la lista más votada, por lo que se trata de una opción más que improbable.
De hecho, el propio Sánchez ya avisaba que, con tal de protagonizar una nueva legislatura y evitar el acuerdo entre PP y Vox, era capaz de "sacar votos hasta de debajo de las piedras", haciendo referencia a un posible nuevo pacto con EH Bildu y ERC. Por tanto, es de esperar que el líder socialista agote todas las balas antes de sentarse con Feijóo. Aun así, si se llega a ese punto, resultaría difícil que ambos dirigentes llegasen a un acuerdo de investidura.
España, por tanto, se enfrenta ante un futuro incierto, una incógnita que, por el momento, solo puede ser despejada por Junts per Catalunya, que con sus siete escaños se convierte en la llave que puede evitar, o no, un bloqueo político. Por ahora, se niega a ayudar a Sánchez a ser presidente y pide, remitiéndose a la fuerza negociadora que le otorga su posición, un diálogo de naciones "entre España y Cataluña", tal y como ha confirmado Míriam Nogueras, para hablar sobre temas como la autodeterminación y la amnistía. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha respondido incidiendo en que esas negociaciones se llevarán a cabo "estrictamente" dentro de la Constitución.
Pese a todo ello, el secretario general del PSOE no desiste e insiste en que "encontrará la fórmula de gobernabilidad", según fuentes del partido. Han pasado solo dos días desde el 23J, pero el tiempo apremia y el 17 de agosto, poco a poco, va asomando por el horizonte.
En ese día, se deberá constituir el Congreso y, a partir de la semana siguiente, comenzarán las consultas con Felipe VI para ver quién se somete a la Sesión de Investidura. Se calcula que el Debate de Investidura sea a finales de agosto o a principios de septiembre. En caso de que falle la investidura, se iría a una segunda votación que, si fracasa, daría paso a unas nuevas elecciones generales entre noviembre de 2023 y febrero de 2024.