CONSECUENCIAS DEL 28A
La declaración que ha levantado las hostilidades, más allá de lo oído en la campaña, es la de Pablo Casado diciendo: "Solo hay un partido de centroderecha, hay otro de extremaderecha, Vox, y otro socialdemócrata", refiriéndose a Ciudadanos. Nunca antes Casado había llamado a Vox ultraderecha. Su líder, rápido y veloz, reacciona en las redes sociales. También por primera vez Abascal se refiere al PP como la veleta azul, empeñada en su descomposición, escribe en tuits.
Todos a una en el PP han cambiado su estrategia y el discurso, la vuelta al centro político. Dice el candidato popular al ayuntamiento de Madrid, Martínez Almeida, que "tenemos que volver a conectar con esa inmensa mayoría de votantes de Vox que no son ultraderechistas".
En ese viraje al centro han tenido mucho que ver dos presidentes autonómicos, el de Galicia y el de Andalucía. Lo explicaba Moreno Bonilla, concediendo que a veces hay que poner un pie más a la derecha o a la izquierda, pero sin dejar de tener el otro en el centro. Y las primeras consecuencias pueden ser precisamente en su comunidad. Vox Andalucía amenaza con los presupuestos, con no sentarse siquiera a negociar.
Y quienes se meten de lleno a comentar la crisis del PP, son Ciudadanos, "un viraje que no entiende nadie", declara Ignacio Aguado, y el gobierno, la vicepresidenta socialista, Carmen Calvo, cree que "el PP hace tiempo que perdió su brújula". Aconseja a Casado que reflexione.