Elecciones generales
Los nacionalistas vascos confían en repetir sus escaños para poder arrancar acuerdos en beneficio de Euskadi.
Las pasadas elecciones del 28 de mayo supusieron un toque de atención para el Partido Nacionalista Vasco. Un escalofrío recorrió la zona noble de Sabin Etxea que estuvo cerca de no ser la fuerza más votada. Sus resultados, merced a una elevada abstención de sus habituales votantes, fueron peores de lo esperado. EH Bildu estuvo cerca de arrebatarles su preponderancia y hegemonía, y vieron como perdían buena parte de su poder municipal. La amenaza se prolonga para los comicios generales y EH Bildu aspira a superar en escaños a los jeltzales y lograr una influencia determinante en las políticas nacionales.
Porque el PNV ha tenido un papel fundamental en pasadas legislaturas siendo clave en la gobernabilidad de España: se alcanzaron acuerdos con el gobierno de José María Aznar para investirle presidente a cambio de una ampliación del Concierto Económico, pasando a recaudar más impuestos, como el de las gasolinas y el del alcohol; la transferencia en materia de Formación Continua, la devolución a los partidos políticos del patrimonio que se había incautado durante la Guerra Civil y un compromiso para negociar más adelante el desarrollo del Estatuto de Gernika.
También fue fundamental su apoyo y sus votos para que Pedro Sánchez llegase a la Moncloa. A cambio se tuvo que firmar un acuerdo de 12 puntos con el compromiso de materializarse todas las transferencias que, pese a tener acuerdos para sus traspasos con gobiernos anteriores, no se habían producido. En materia de infraestructuras lograron que el PSOE se comprometiese a una inversión de casi 3.000 millones de euros para ejecutar la red de Alta Velocidad en Euskadi.
También su papel ha determinado cambios trascendentales. Solo unos días después de acordar con el gobierno de Mariano Rajoy el apoyo a sus presupuestos votaba a favor de la moción de censura que le sacaba de la Moncloa.
La puesta programática del PNV pasa por seguir logrando beneficios para Euskadi y para ello, su portavoz Aitor Esteban se compromete a "trabajar como nadie para seguir siendo la voz de Euskadi en Madrid, sin dependencias y sin ser muleta de nadie".
La defensa del autogobierno, de la identidad nacional, de Euskadi y sus instituciones es un elemento fundamental del programa que cuenta con propuestas de defensa de los derechos y libertades, pasando por el desarrollo sostenible, el empleo y las pensiones, las políticas sociales y las infraestructuras.
A través de su portavoz, el PNV, "ante el riesgo cierto de involución democrática", se ha comprometido a "ser dique de contención ante cualquier intento de retroceso". En este sentido, ha reivindicado las políticas en favor de la igualdad o las relativas al respeto a las lenguas oficiales. Por ello ya han avisado que ante una hipotética necesidad de sus votos para investir a Feijoo sus acuerdos previos con VOX lo "harían imposible".
En este ámbito de derechos y libertades, el candidato jeltzale se ha detenido en la conocida como 'ley mordaza', cuya modificación frustraron EH Bildu y ERC, "cuando se habían conseguido avances muy sustanciales para recuperar derechos y equilibrar el binomio seguridad-libertades". El Grupo Vasco quiere seguir siendo muy activo en la defensa de los derechos de las personas migrantes, la autodeterminación del pueblo saharaui, y está en contra de la inviolabilidad del jefe del Estado, que el PNV ha reclamado limitar en varias ocasiones.
El PNV quiere ayudas focalizadas para las familias y el tejido industrial que las necesita. Asimismo, los insistirán en reclamar agilidad en la gestión de los Fondos y unos PERTE regionales para que puedan servir como elemento tractor de la necesaria transformación económica. Políticas económicas que deben respetar siempre el autogobierno fiscal vasco.
En cuanto a la industria, esta debe pivotar sobre el eje de la colaboración público-privada, y siempre de forma respetuosa con las competencias autonómicas. En este apartado, destaca la reivindicación del reconocimiento de la singularidad del cooperativismo, y medidas para el sector primario (agricultura y pesca).
El programa contiene también un gran número de propuestas en el ámbito de la energía, con medidas para los hogares y para proteger a las personas vulnerables, también para la industria y para fomentar el desarrollo tecnológico industrial (hidrógeno verde, economía circular, bioeconomía...).
El PNV dedica también otro apartado al empleo, donde insiste en reclamar un marco propio de relaciones laborales y defiende unas pensiones dignas, garantizando su subida de acuerdo con el IPC, y un Sistema estable, sostenible, suficiente, público, solidario e intergeneracional, sobre la base del diálogo social.
Las competencias autonómicas serán de nuevo un de los objetivos prioritarios en su búsqueda del cumplimiento del Estatuto de Gernika. Tras lograr acuerdos con el gobierno de Pedro Sánchez en materia como Prisiones, en la próxima legislatura reclamará la transferencia del Régimen Económico de la Seguridad Social, la transferencia de Cercanías y también de los aeropuertos, y exigirá también culminar a la mayor brevedad la red de alta velocidad tras el acuerdo logrado para la entrada soterrada del TAV en Vitoria y Bilbao.