Elecciones generales
Tanto Feijóo como Sánchez están obligados a hacer números y mirar más allá de Vox y Sumar para lograr la mayoría absoluta. De lo contrario, los españoles con derecho al voto serán llamados de nuevo a los colegios electorales.
Este lunes postelectoral amanece con un Gobierno que está en el aire y un futuro para España muy incierto, con una repetición de las elecciones generales asomando en el horizonte. La victoria insuficiente del Partido Popular, unido a que Pedro Sánchez tampoco cuenta con los apoyos necesarios para permanecer en la Moncloa, hace que la posibilidad de volver a las urnas sea mayor.
De las 350 butacas que componen el Congreso de los Diputados, 136 se las ha llevado el partido liderado por Alberto Núñez Feijóo. En segunda posición, y mejorando la mayoría de encuestas, se encuentra el PSOE, que ha logrado 122 escaños. La tercera y cuarta fuerza política son Vox y Sumar, que han alcanzado los 33 y 31 diputados, respectivamente.
Si comparamos los resultados con los de las elecciones de noviembre de 2019, en las que los socialistas se hicieron con la victoria con dos puntos menos, el PP quedó en segundo lugar con 47 escaños menos de los que ha logrado en los presentes comicios. Las formaciones lideradas por Santiago Abascal y Yolanda Díaz han pagado este aumento, y han visto reducida su representación en el Congreso en 19 y 4 escaños.
A pesar de la gran mejoría de los 'populares', estos resultados no le permiten alcanzar la mayoría absoluta, ni siquiera pactando con Vox, con quien sumaría 169 diputados. En esta misma situación se encuentran el PSOE y Sumar, que juntan un total de 153 parlamentarios.
Ante este panorama, tanto Feijóo como Sánchez están obligados a hacer números y mirar más allá de Vox y Sumar para pactar y así lograr la mayoría absoluta. De lo contrario, los ciudadanos españoles con derecho al voto serán llamados de nuevo a los colegios electorales.
El todavía presidente del Gobierno es el candidato con más opciones de ser investido, pero la realidad es que, por el momento, lo más probable es que se dé una repetición de elecciones. El líder del PSOE podría pactar con sus socios habituales, ERC, EH Bildu y PNV, pero se quedaría en los 171 diputados, pudiéndose sumar el diputado de BNG. "El independentismo puede decantar la balanza", expresó el cabeza de lista de ERC al Congreso por Barcelona, Gabriel Rufián.
Por otro lado, el Partido Popular y Vox podrían buscar el apoyo de UPN y Coalición Canaria, pero solo les daría para lograr también 171 escaños. Una igualdad máxima que únicamente puede ser quebrada por Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont. Sin embargo, la portavoz del partido en el Congreso, Míriam Nogueras, ya ha avisado que no harán presidente a Sánchez "cambio de nada".
Si Junts vota a favor de la investidura de Sánchez, los socialistas seguirían gobernando. En caso de abstenerse, podrían permanecer en la Moncloa en segunda votación en el Congreso, al contar con un escaño más que el bloque de la derecha, siempre y cuando cuenten con el apoyo de BNG. Finalmente, si votan en contra, se produciría una situación de bloqueo que solo se solucionaría con unas nuevas elecciones.
Por el contrario, Feijóo lo tiene más complicado para lograr esos apoyos, y únicamente cuenta con la difícil baza de intentar convencer al PNV para lograr formar Gobierno. "Nuestros votos parece que volverán a ser decisivos", manifestó el candidato de la formación vasca, Andoni Ortuzar.
Ambos dirigentes tienen tres semanas para tratar de alcanzar la mayoría absoluta. El próximo 17 de agosto, se deberán constituir las Cortes renovadas, tanto las del Congreso como las del Senado. Una investidura fallida conduciría a otra votación que, en caso de no prosperar, daría paso a unas nuevos comicios nacionales.