Una vida bajo cero
La ola de frío ha sido intensa en España. Las heladas nos han dejado termómetros en números negativos durante varias jornadas seguidas. Sin embargo, lo que es inusual para nosotros, no lo es tanto para los habitantes de Yakutsk, en Rusia, acostumbrados a vivir a temperaturas de -50ºC.
Dimitri Osipov es uno de ellos. En el vídeo, el guía turístico cuenta cómo es su día a día en una ciudad que vive constantemente 'helada'.
"En enero es muy difícil salir a la calle", cuenta. Y no es para menos. Este jueves, los habitantes rusos registraban temperaturas de 51 grados bajo cero.
Tan exagerados son sus termómetros que, a las afueras de la ciudad, la gente tiene que fundir la nieve para obtener agua potable en los pueblos.
Además, muchos de los habitantes deben conservar la calefacción de sus hogares a altas temperaturas si quieren protegerse del frío. En el caso de Dimitri, su calefacción se encuentra a 85ºC.
Conservar los alimentos es también todo un reto. O todo lo contrario. Aunque tengan neveras dentro de sus cocinas, el uso que le dan es más bien poco. Basta con sacar la comida que quieran congelar a la terraza para que ésta aguante día tras día.
Quitarse los trajes... a martillazos
En España, los servicios de emergencia han trabajado sin cesar para paliar los efectos de Filomena. Así lo hacen también en Rusia, aunque se enfrentan a un frío mucho más extremo.
Un ejemplo lo tenemos en el vídeo que envía este bombero ruso. Al volver de completar sus labores en la calle, su traje ha quedado completamente congelado por el temporal y la única manera de sacárselo es a base de martillazos que rompan el hielo.