Ola de calor
Temperaturas récord y cifras alarmantes de defunciones marcan el verano más caluroso, mientras expertos advierten sobre los peligros del golpe de calor.
El verano de 2024 ha dejado una huella trágica en España. Según estimaciones del Instituto de Salud Carlos III, hasta 771 personas habrían fallecido en el mes de julio debido al exceso de calor, superando en 85 las cifras del año anterior. Esta alarmante estadística coincide con la tercera ola de calor del verano, que ha batido récords de temperatura en todo el país.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha registrado máximas históricas en varias ciudades. Barcelona alcanzó los 40ºC, mientras que Zaragoza y Bilbao experimentaron mínimas nocturnas altas poco comunes de 28,1ºC y 21,7ºC. Estos datos no solo reflejan un verano excepcionalmente caluroso, sino que también subrayan la creciente amenaza del cambio climático para la salud pública.
Ante estas cifras alarmantes, los expertos advierten sobre los peligros del golpe de calor, una emergencia médica grave que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura, alcanzando niveles peligrosamente altos, generalmente superiores a 40ºC.
Ramón Corell, médico de playas de Cruz Roja Valencia, explica que "los síntomas incluyen dolor de cabeza, mareo, confusión, piel seca y caliente, náuseas e incluso, en casos severos, pérdida de conciencia". Corell enfatiza la gravedad de la situación, advirtiendo que "si hay delirios, hay que acudir de inmediato al hospital".
Esther Triviño, técnica de actividad de Cruz Roja, detalla el protocolo de actuación ante un golpe de calor: "Es crucial mover a la persona a un lugar fresco, quitar la ropa necesaria y enfriar el cuerpo con compresas frías o bolsas de hielo en puntos estratégicos como el cuello, las ingles y las axilas". Triviño también recomienda hidratar a la persona si está consciente, evitando bebidas alcohólicas o con cafeína.
Triviño también recomienda ofrecer agua fresca si la persona está consciente y puede beber, evitando bebidas con alcohol o cafeína, ya que pueden empeorar la deshidratación. "Hay que vigilar también la temperatura corporal y el estado de consciencia de la víctima y si comienza a temblar o tiene escalofríos, hay que reducir la velocidad de enfriamiento".
Añade que: "Si los síntomas no remiten, se debe llamar inmediatamente al 112", subrayando la importancia de una respuesta rápida en estas situaciones de emergencia.
En la playa de las Arenas de Valencia, un simulacro organizado por Cruz Roja, detalla cuales son las medidas preventivas esenciales:
La mejor estrategia es seguir los consejos de los expertos, estar atentos a los síntomas y, por supuesto, prevenir. Las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas debido al cambio climático, requieren de una preparación adecuada y de medidas preventivas para evitar tragedias como las vividas este verano.
Triviño observa una diferencia generación en la concienciación: "La población joven tiende a confiarse más, manteniendo rutinas de ejercicio intenso a pesar del calor, lo que puede tener consecuencias graves. En cambio, la gente mayor suele estar más concienciada sobre los riesgos".
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