Tormentas
La borrasca que azotó Castellón provocó que un árbol cayera y sepultara a un hombre que se encontraba en su coche. Milagrosamente, el señor encuentra ileso.
El intenso temporal que se ha vivido la noche del martes en la Comunidad Valenciana ha dejado importantes estragos. El viento huracanado y las lluvias torrenciales han hecho que los bomberos tuvieran que intervenir en rescates, caídas de árboles e incendios provocados por rayos.
Algunas de las ciudades más afectadas han sido Burriana, Xàtiva y Nules. En esta última localidad el temporal provocó la caída de numerosos árboles. Uno de esas caídas se produjo sobre un vehículo.
Dentro del coche viajaba un hombre. Lamentablemente, el coche ha quedado siniestro. Sin embargo, el conductor del vehículo ha resultado sorprendentemente ileso. No tiene ni un rasguño. De esta manera se puede ver en el vídeo.
Atrapado, pero sonriente. Así se puede ver al hombre en las imágenes compartidas por un testigo de los hechos. En ellas, se puede ver la escena y se puede apreciar las grandes dimensiones del árbol.
El hombre ha tenido que salir del vehículo por la ventanilla, con ayuda de los bomberos de la Diputación de Castellón, que se han tenido que desplazar hasta el lugar de los hechos. Es la brigada de obras quien se ha encargado de cortar el árbol para evitar que la carretera continuara cortada al tráfico.
Las fuertes rachas de viento, las intensas lluvias y el granizo han sido los protagonistas de la pasada noche en gran parte de la Comunidad Valenciana. El temporal ha sido provocado por el conocido 'reventón húmedo', que se refiere al viento que se genera a causa de las diferencias de temperatura entre las masas de aire que se encuentran en un determinado área.
La Aemet mantiene activadas en varias zonas de la comunidad las alertas naranjas y amarillas por chubascos y tormentas ocasionales, que pueden ser localmente fuertes y que podrían derivar en granizo.
Además de con la Comunidad Valenciana, las tormentas también se han cebado con la región de Murcia. En Molina de Segura, las trombas de agua y el granizo no pararon en toda la noche, llegando a inundar las calles y haciendo que los vehículos que se encontraban aparcados se pusieran a flotar.