Sequía
La sequía ha provocado que en varios puntos de España el consumo de agua se vea limitado. En Tarragona, el Ayuntamiento de Bonastre ha restringido el uso a 6 horas diarias, pero no es la única población. En Santa Olalla de Cala, Huelva, viven una situación similar.
En la localidad de Bonastre, Tarragona, los vecinos solo tienen agua 6 horas al día. Desde el pasado mes de junio, la sequía ha provocado que los habitantes de este municipio estén sin apenas agua.
El Ayuntamiento de la localidad se ha visto obligado a repartir el consumo en dos tramos horarios: de 07:00 a 10:00 de la mañana y de 20:00 a 23:00 horas.
Los afectados aseguran que ya el año pasado vivieron una situación similar, aunque no tan agravada como en este verano. "No es lo mismo levantarse y tener agua que levantarse y no tenerla", explica una vecina.
El consistorio, durante estas semanas, está ofreciendo a los habitantes la posibilidad de rellenar garrafas de agua de un camión cisterna ubicado en una plaza del pueblo.
Los embalses se encuentran completamente secos y las restricciones por parte de la Administración pública es inevitable. En Jerte, el agua afecta a dos pilares fundamentales del municipio: el turismo y la agricultura. Una piscina natural se encuentra completamente seca y su alcalde lamenta la situación que están viviendo en este 2022.
En Añora, una pequeña localidad ubicada al norte de Córdoba, la sequía también está provocando dificultades en el consumo de agua. Su alcalde, esta mañana, aseguraba tener agua para solo los dos próximos meses en caso de que la situación siguiese igual y no revertiese. "A Sierra Boyera sólo le quedan poco más de 5 hectómetros cúbicos, de los cuales tres no se pueden distribuir, según los propios técnicos, por el bajo nivel del embalse", ha subrayado.
En Santa Olalla de Cala, Huelva, el corte de agua es de 11 horas al día
En Santa Olalla de Cala, un municipio onubense, los habitantes sufren un corte de agua durante 11 horas al día. Así lo decidió el Ayuntamiento de la localidad, que se vio obligado a imponer restricciones en el consumo del agua a consecuencia de la sequía que sufre toda Europa provocada, principalmente, por las altas temperaturas y la ausencia de lluvias.
Desde el consistorio explicaron que se veían en la obligación de tomar medidas "ante la progresiva disminución de las reservas que abastecen" a las poblaciones de Cala y Santa Olalla de Cala, a tan solo unos kilómetros de distancia.