'Para Elisa' en su versión más "mona"
Un concierto de piano con público animal. Es la imagen que protagoniza el templo de la ciudad de Lopburi, en Tailandia, donde un pianista británico dedica el 'Para Elisa' de Beethoven a los monos que habitan en él, con el objetivo de utilizar la música para amansar a las fieras.
Se llama Paul Barton, y lleva 25 años dedicándole canciones a los animales del país. Empezó esta peculiar afición con los elefantes ciegos de una reserva en Tailandia, y cuando vio que la música afectaba a su conducta, no dejó de hacerlo. Esta vez ha decidido cambiar su público, coger su piano y trasladarse a la ciudad de Lopburi, más concretamente al templo localizado en el centro del que los monos se han adueñado desde hace años.
Roban a turistas, se suben a los coches y se desplazan a sus anchas por el lugar. Por ese motivo, Barton se ha dirigido a sus salvajes amigos, los monos, para buscar la calma a través de la música. Y parece que lo ha conseguido. Durante el tiempo que el pianista estuvo tocando su versión de 'Para Elisa', los monos rodeaban su piano mientras permanecían atentos de la melodía.
Aunque eso sí, no todos reaccionaron de la misma manera. Mientras unos disfrutaban del sonido del piano, otros monos se dedicaban a intentar robar las partitura o morder el instrumento.
Lo llaman el 'templo de los monos', y su nombre no puede ser más acertado. Más de 6.000 macacos fueron expulsados de su hábitat natural y reubicados a este lugar, conviviendo con los vecinos de la localidad y adaptándose a las condiciones de la zona, demostrando una vez más que humanos y simios somos muy parecidos.