Mar Mediterráneo
Este último fin de semana el agua alcanzó los 30 grados y la temperatura lleva días marcando máximos desde hace 60 años.
Otra consecuencia de las olas de calor la vemos reflejada en las playas. La temperatura del Mar Mediterráneo se ha disparado alcanzado los 30 grados el pasado fin de semana. Este es un fenómeno que lleva viviéndose días a causa del extremo calor que estamos viviendo. El agua lleva varios días marcando máximos desde hace 60 años.
El agua de la playa de La Malvarrosa, en Valencia, ha alcanzado los 35 grados. Desde el pasado 13 de mayo, la temperatura superficial del agua ha estado muy por encima de los valores normales. Los expertos aseguran que se trata más de un clima tropical que de un clima mediterráneo.
Esta situación ha hecho que el registro de temperatura media ya haya alcanzado el máximo histórico desde hace más de 40 años. Los que disfrutan estos días de sus vacaciones en la costa mediterránea aseguran que el agua está "más caliente de lo normal". Desde 2015, la temperatura del mar sube cada año más y sin frenos. Desde el pasado 13 de mayo, el mar balear ha batido su máximo histórico la mitad de los días.
¿Qué consecuencias trae la alta temperatura del mar?
Además, el pasado 25 de julio, una boya de Almería rozó los 28 grados, temperatura que no puede soportar el mejillón. Si los mejillones tienen que soportar temperaturas de este tipo durante varios días, acaban muriéndose.
El alga que vive junto al coral tampoco puede soportar temperaturas tan elevadas. Este alga es "esencial" para la vida de los corales. Si este alga se ve afectada por las altas temperaturas, el coral pierde su color y muere. Esto es solo un eslabón de consecuencias infinitas. Los culpables de esta situación son varios: el cambio climático, la contaminación, etc.
Pero como para todo problema, existen soluciones. Según los expertos, muchos aspectos de estos fenómenos ocurren debido a la intervención directa o indirecta del ser humano. Además, esto no solo trae consecuencias en el fondo del mar, también en la orilla. La aparición de numerosas algas o medusas en la arena es cada vez más frecuente. Para frenar esta situación, los expertos aconsejan instaurar medidas urgentes y así poder conservar nuestro Mediterráneo tal y como lo hemos conocido siempre.