Sequía
Europa afronta este periodo estival la peor sequía registrada en 500 años con cambios drásticos y severos en todo el territorio.
Casi la mitad de la Unión Europea (UE) se encuentra sufriendo los estragos de la ola de calor que azota el continente. Un 47% está en una "situación preocupante" y el 17% en "alerta" por la peor sequía de los últimos 500 años. Así lo reveló el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea (CE). Los satélites Copérnicus muestran los drásticos efectos de la sequía en todo el territorio comunitario. En Portugal, la sequía ha afectado gravemente al embalse de Bravura, en el sur del país. También baja el caudal de los ríos en los Países Bajos.
España registra niveles mínimos en los embalses por la drástica sequía que tiene al país en vilo. Las numerosas olas de calor no han dejado gota prisionera en los embalse. En Sevilla, la sequía preocupa tanto que ya están estudiando multar a quien despilfarre agua. Son medidas a las que no quería llegar pero que probablemente se hagan efectivas a partir de octubre. Si bien es cierto que el consumo de agua se ha reducido en un 3%, las condiciones meteorológicas no cambian.
Desde el Servicio de Monitorización de la Tierra de Copernicus (CLMS), se realiza un observamiento satelital gracias al sistema de la UE y la Agencia Espacial Europea (ESA). También se ha captado la sequía en Francia, con niveles que no tienen precedentes. Más de un centenar de personas se han quedado sin reservas de agua.
La UE, en alerta
En todo el mes de agosto, el 64% del territorio comunitario está en alerta por escasez de precipitaciones. Esto provoca un aumento respecto al peligro de expansión de incendios forestales que arrasan hectáreas por todas las regiones. "En la región euromediterránea occidental se den condiciones más cálidas y secas de lo habitual en los próximos meses, hasta noviembre de 2022", explicaba la CE.
Europa prevé una caída de las cosechas de verano de un 16% en la producción de maíz, un 15% en la de soja y un 12% en cuanto al girasol. El informe detalla que las reservas de agua en los embalses españoles están "en torno al 58% de la media de una década para el periodo, mientras que algunas regiones del sur (por ejemplo, Andalucía y Extremadura) se estima que están en torno al 30% de los niveles medios de 10 años", lo que hace que las condiciones sean también "extremadamente favorables para los incendios forestales".