Tanques de tormenta
Roberto Brasero pudo visitar uno de los tanques de tormenta que se esconden bajo el suelo de Madrid y nos cuenta cómo son.
Los embalses marcan el latido de los episodios de lluvias abundantes, sin embargo, en las entrañas de las grandes ciudades hay gigantes de hormigón que desde las sombras ayudan, sin escrúpulos, a evitar inundaciones. Son los tanques de tormentas y podemos descubrir uno de estos grandes secretos guardados en el asfalto de varias ciudades de la mano de Roberto Brasero.
En España hay alrededor de 500 tanques de tormenta y, concretamente, en la Comunidad de Madrid hay alrededor de 70 y 36 de ellos están en la capital. Son mega construcciones preparadas para almacenar hasta 1,32 hectómetros cúbicos, 1.320.000.000 de litros agua y según compara el Canal de Isabel II, "el equivalente a 391 piscinas olímpicas". Manuel Rodríguez Quesada, subdirector de conservación de infraestructuras del Canal de Isabel II, tras el tren de borrascas que ha convertido a este mes de marzo en el más lluvioso de Madrid desde que hay registros, ha asegurado que estos depósitos "están completos".
De estos tanques hay dos, que tienen nombre y apellido. El de Arroyofresno y el de Butarque. El primero, descansa bajo los pies del Club de Campo Villa de Madrid y es uno de los más grandes del planeta. A lo largo de sus 6 plantas, es capaz de tragar 400.000 metros cúbicos de lluvia, o lo que sería lo mismo 8 estanques como el de El Retiro. Roberto Brasero pudo visitarlo hace un tiempo y ahora nos explica qué fue lo que más le impresionó.
"En las grandes ciudades hay unas infraestructuras que no son muy conocidas, entre otras cosas, porque son subterráneas, no las vemos, pero tienen mucho valor", empieza explicando el presentador que advierte que "Madrid no se ha inundado, quizás por infraestructuras como esta. Hemos tenido un marzo muy lluvioso, de hecho, en Madrid ningún mes desde que se registran los datos ha llovido tanto como en este marzo, hemos superado los 200 litros por metro cuadrado en un solo mes. Hemos visto que el Manzanares se ha desbordado en algunos puntos, pero en la ciudad no, no hemos tenido calles convertidas en ríos. ¿Por qué? porque antes de llegar el agua a la depuradora se va filtrando por las alcantarillas el agua de lluvia y va a los tanques de tormentas, que son como grandes depósitos que se van llenando, se van llenando y luego cuando ya haya sitio, o ya haya dejado de llover, ese agua se manda a la depuradora. Entonces, estás quitando un montón de caudal que no va a la depuradora , evitas que se colapse, que la ciudad se inunde y que el agua se enturbie y siga saliendo clara. Ese gran secreto es simplemente un gran depósito", apunta Roberto.
Efectivamente, tal y como Brasero nos explica, estas obras de ingeniería cumplen una doble función: evitan inundaciones y preservan la calidad de los ríos, reteniendo las primeras aguas de lluvia, que, por arrastrar los metales de la atmósfera, residuos sólidos de la vía urbana, aceites de motores de vehículos, etc., puede ser incluso más contaminante que el agua residual en tiempo seco. "La lluvia te limpia la ciudad, pero se lleva todos los pises de las mascotas , lo que no deberíamos tirar las personas, los restos que dejan los coches... todo eso que está en las calles, la primera lluvia que llega lo manda al tanque de tormentas."
Y eso hace que lo primero que recuerde Brasero sea que dentro del tanque de tormenta "olía fatal". "Impresiona porque primero llegas a un campo de golf y te meten por una gran puerta que parece que entras en las pirámides y, realmente, entras en una sala donde hay más de 200 columnas cilíndricas y varios depósitos, pero uno de ellos, el gigantesco, por donde entra el agua. Yo cuando lo vi estaba muy poco usado porque casi no había llovido y pudimos hacer el reportaje, aún así había algo de agua, olía fatal. Tener en cuenta que esto recoge el agua de lluvia y la primera lluvia es muy contaminante".
Sin embargo, lo que más impactó a nuestro presentador es la gran tubería. "Lo que más me impresionó fue la gran tubería. Todo eso llega a través de una tubería enorme, no recuerdo qué diámetro podría tener, pero ¡podría caber por ahí el Metro de Madrid!, capaz de conducir toda esa cantidad de agua y evitar que aunque llueva mucho se inunde la ciudad, o aunque en algunos puntos se desborde el río Manzanares, pero que seamos capaces de mantener cierta calma y que la lluvia en el caso de la ciudad de Madrid sea solo una buena noticia, porque no causó problemas y además llenó los embalses".
Las primeras aguas de las lluvias quedan entonces almacenadas en estos depósitos y una vez finalizan los episodios de lluvia desde ahí se bombean hacia las estaciones depuradoras de una forma progresiva para evitar que las depuradoras se vean sobrepasadas y evitar así que se vierta el excedente de agua, sin haber sido tratada, a los cauces receptores.
Los episodios pluviológicos de este mes de marzo elevó hasta 444 litros por metro cuadrado (l/m²) las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre de 2024 hasta el 18 de marzo de 2025, un 18% por encima de lo normal para este momento (377 l/m²), según datos de la Agencia Estatal de Meteorología. El mes de marzo de 2025 ya es el séptimo más lluvioso, a nivel nacional, desde 1961, año en el que comienza la serie histórica de la AEMET.
En Madrid, en concreto, según datos de la estación Madrid-Retiro entre los días 1 y el 18, las continuadas lluvias han colocado este mes con más precipitaciones en la capital desde que existen registros al acumular un total de 188,2 litros por metro cuadrado. La anterior marca histórica para este mes, de 2018, se situaba en los 140,7 litros por metro cuadrado, por lo que los datos de este año son un 33% superiores.
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