Volcán La Palma
La calidad del aire en La Palma podría empeorar en las próximas horas, lo que podría producir órdenes de confinamiento puntuales durante unas horas. Por ello, se recomienda que se mantengan las medidas de seguridad, como la protección con mascarillas FPP2.
En las últimas 24 horas no se han superado los promedios diarios de concentraciones de dióxido de azufre en la atmósfera y está lejos de los umbrales de riesgo para la población vinculado a metales en el aire. Sin embargo, los expertos indican que la calidad del aire en La Palma podría empeorar en las próximas horas, lo que podría producir órdenes de confinamiento puntuales durante unas horas.
Respecto a la emisión de dióxido de azufre, este jueves se alcanzaron las 14.542 toneladas diarias y la concentración de este material en Los Llanos de Aridane estuvo cerca de alcanzar su máximo.
Llega la calima
Roberto Brasero explica que en las próximas horas se darán diversas circunstancias. Por un lado, el humo y la ceniza del volcán y, por otro lado, los gases que generan los incendios de la lava. A todo ello se le va a sumar la llegada de calima, polvo en suspensión que proviene del Sáhara. Además, no habrá ventilación, es decir vientos que los dispersen. Por ello, ya este viernes las partículas han hecho que la calidad del aire no sea buena.
Estas circunstancias van a continuar o incluso van a ir a más, por lo que será un fin de semana, sobre todo para personas con problemas respiratorios, complicado. Por ello, Brasero advierte que deben estar pendientes de los datos y evitar, en la medida de lo posible, salir al exterior en las zonas afectadas en la erupción.
La operatividad del aeropuerto de La Palma podría verse afectada, aunque aún no está claro debido a que el viento soplará de forma débil. En todo caso, recomiendan que se mantengan las medidas de seguridad, como la protección con mascarillas FPP2 en el Valle de Aridane.
El volcán emite más lava y menos ceniza
La directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, explica que el volcán ahora emite más lava y menos ceniza. Asimismo, indica que hay grandes bloques arrastrados por la colada norte de lava y el flujo se concentra en un canal lávico escalonado, con desbordamientos puntuales y de corto recorrido.
Además, señala que la morfología del cono sigue cambiando con el tiempo y la columna de cenizas y gases alcanza los 4.000 metros. En la zona más cercana al centro eruptivo se ha revertido parcialmente la deformación horizontal acumulada y, aunque aún es pronto para extraer conclusiones, apuna que parece que la tendencia marca que hay una reversión en la horizontal.