Verano
El verano comienza con tiempo tormentoso de rayos y truenos y con tormentas fuertes durante el miércoles, pero pronto llegará el calor.
Llega el verano. No es el tiempo, ni los grandes almacenes, ni Leticia Sabater publicando un nuevo intento de canción lo que marca la entrada del verano. Es un hecho astronómico: el solsticio: justo el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el Sol presenta su máxima declinación norte. El día en que esto sucede, el Sol alcanza su mayor elevación sobre el horizonte al mediodía y describe en el cielo el arco más largo. Como resultado, ese es el día con más horas de Sol del año. Y este año ese día es este miércoles 21 de junio y el momento exacto las 16 horas y 58 minutos hora oficial peninsular.
Ese es el momento del solsticio que se llama así desde la antigüedad porque durante varios días la altura máxima del Sol al mediodía parece no cambiar, y apreciaban los griegos y después los romanos que el sol parecía estar “quieto” sobre el horizonte en los días en que comenzaba el verano. Y del sol quieto, o solstitium en latín, viene ese solsticio que marca el inicio del verano.
Según nos recuerda el del Observatorio Astronómico Nacional, el día del solsticio de verano corresponde al de mayor número de horas de Sol. Es el día más largo y por lo tanto las noches más cortas son la previa y posterior a ese día. La duración del día no es la misma en todas partes. Para la latitud de Madrid, el día del solsticio de verano tendrá 15 horas y 3 minutos de Sol, a comparar con las 9 horas y 17 minutos de Sol que tuvo el día más corto (solsticio de invierno). La diferencia entre el día más largo y el más corto es por tanto de casi seis horas de sol. A medida que nos acercamos al ecuador, esa diferencia disminuye, mientras que en los polos terrestres la diferencia es máxima.
Con algo más de 93 días de duración, el verano en el hemisferio norte es la estación más larga del año. Según explican desde el OAN, esto es debido a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol no es circular sino elíptica y el verano coincide con la época del año en la que la Tierra se encuentra más lejos del Sol. Cuando esto sucede, la Tierra se mueve más despacio en su órbita (según la conocida como segunda ley de Kepler), y por tanto necesita más tiempo para llegar al punto donde comienza la siguiente estación, que es el otoño.
El inicio del verano puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario (del 20 al 22 de junio). A lo largo del siglo XXI el verano se iniciará en los días 20 y 21 de junio (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Este 2023 el verano empezará el día 21 y lo hará además entre un tiempo tormentoso de rayos y truenos, con tormentas fuertes durante el miércoles en el norte, centro y el interior del este peninsular. Pero el calor no tardará en llegar, con temperaturas que subirán a partir del jueves y que nos depararán el primer episodio de altas temperaturas para este próximo fin de semana, el primero de la estación