Ola de calor
Las temperaturas que llegan este verano dejarán los termómetros en récords históricos. España se encuentra a poco tiempo de la primera ola de calor del verano y con ello, temperaturas extremas y sofocantes. Aquí te contamos los motivos por los que se produce una ola de calor.
La ola de calor es una condición atmosférica que se produce cuando las temperaturas alcanzan niveles extremos en determinadas épocas del año y se generan por una masa de aire caliente que llega desde otro continente. La Agencia Española de Meteorología ya avisó de la llegada de olas de calor cada vez más intensas a medida que fuesen pasando los años, ¿pero sabes cuáles son los motivos de estas masas de aire caliente?
Las causas de una ola de calor
Las olas de calor son habituales en verano y provocan unas temperaturas extremas que pueden llegar a ser incluso peligrosas en algunas ocasiones. Desde un punto de vista científico, se habla de una ola de calor cuando se produce un intercambio consecutivo entre masas de aire frío y caliente. El principal responsable de estas variaciones en la temperatura es el cambio climático.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se considera una ola de calor a "un episodio de al menos tres días consecutivos, en que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000".
Además, según la AEMET es importante saber que no se puede hablar de olas de calor simplemente cuando las temperaturas son muy altas. Habrá que comparar los umbrales de temperatura de las regiones afectadas y valorar si estos se encuentran entre las cifras 'normales'.
Una ola de calor se forma cuando una masa de aire cálido que llega de otro continente se posa sobre una región durante varios días o incluso semanas, alterando las temperaturas, alcanzando así, máximos poco habituales. En el caso de España, la cercanía a África hace que su clima cálido y sus altas temperaturas también lleguen a la Península en determinadas ocasiones.
No obstante, no hay que relacionar una ola de calor con altas temperaturas, también deben de durar varios días, o incluso semanas, y que estas sean más altas de lo habitual en la época del año en la que se encuentre la zona afectada.
Las consecuencias de una ola de calor
A parte de tener un impacto en la economía, las olas de calor pueden tener fuertes consecuencias entre los ciudadanos, especialmente entre los grupos vulnerables, como los ancianos o los niños.
Además, es esencial la hidratación constante y evitar el consumo de alcohol que acelerará la deshidratación. Permanecer en la sombra o lugares frescos será algo necesario, para no estar expuestos al sol durante un tiempo prolongado, especialmente cuando las horas de calor sean más intensas.
La piel reaccionará de una manera distinta, y podrán salir edemas, quemaduras o sarpullidos, por lo que se recomienda llevar ropa ligera para evitar acumulaciones de sudor.
El calor intenso puede provocar una insolación y por consiguiente, un fuerte dolor de cabeza. También mareos, desmayos o calambres que se deberán de calmar permaneciendo en ambientes frescos y haciendo uso de la hidratación continua. Además, la exposición prolongada al sol tiene como consecuencia el agotamiento o la debilidad.
La situación más grave producida por las altas temperaturas es un golpe de calor, caracterizado por la pérdida de conciencia, la subida extrema de la temperatura corporal o la presencia de calor y la sequedad en la piel. Por ello, es recomendable llamar a los Servicios de Emergencia, siempre que se trate de una situación como esta.
Proyecto AEMET
Desde hace unos meses, AEMET ha puesto en marcha un proyecto para avisar de las alertas meteorológicas del Plan Meteoalerta y los del sistema de alertas del Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de los Excesos de Temperaturas sobre la Salud, a través del cual transmitirá información actualizada acerca de los fenómenos meteorológicos que afectarán a la región.