Sequía
Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra, celebra tradicionalmente la 'fiesta del agua'. Este año, y tras dos seguidos sin tenerla por la COVID, lo tendrán pese a la gran sequía, pero con algunas restricciones.
Aunque las restricciones al agua se abren camino a muchos pueblos en España por la sequía que azota tanto nuestro país como todo el continente, hay pueblos que no dejan atrás sus tradiciones. Un ejemplo de ello es Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra, que va a celebrar su 'fiesta del agua', tras dos años sin tenerla por culpa de la pandemia de coronavirus, aunque lo hará con algunas restricciones para aligerar la sequía presente en nuestro país.
Por ejemplo, las fuentes del municipio están vaciadas y el agua para llenarlas permanecerá cortada, al menos durante el tiempo que duren las fiestas. Tampoco habrá camiones de bomberos ni mangueras para lanzar el agua, sino que serán los propios vecinos los que lancen el agua desde sus balcones y ventanas, volviendo a la manera en que se desarrollaba la fiesta tradicionalmente. No obstante, quizás no les haga falta a los vecinos lanzar agua.
Y ello se debe a que hay previsión de lluvia para este martes en toda Galicia, lo cual supondría un respiro para la gente que reside allí, y que ha sido una de las grandes damnificadas por la extrema sequía, dado que esta comunidad autónoma tiende a ser conocida por las numerosas lluvias que tiene a lo largo del año, y, en cambio, en 2022, ha estado igual se seca que el resto de España, lo cual ha complicado mucho las cosas a los gallegos.
¿Racionamiento de agua?
Ya hay pueblos que aplican cortes de agua temporales a causa de la sequía, y es probable que lo hagan más, aunque esto variará en función de si las lluvias llegan a España o no. La semana entrante tiene muchas posibilidades de traer precipitaciones consigo, en Galicia, pero también en otras comunidades del norte como Asturias, Cantabria, País Vasco o Navarra, y extenderse más allá, a lugares como Aragón, Cataluña o la Comunidad Valenciana.
Actualmente, el 63 % de Europa está en riesgo de sequía, lo cual deja al continente en una situación extremadamente difícil que ha llevado a la Unión Europea a plantear la posibilidad de crear un equipo de respuesta para abastecer a los países que puedan sufrir carencias.