Ciencia
Un equipo del CSIC en colaboración con una universidad de Finlandia ha presentado una nueva familia de láseres más económicos y que ofrecen prestaciones que van desde procesar materias hasta medir contaminantes atmosféricos. La finalidad de está investigación es favorecer al medioambiente.
El láser es una tecnología muy presente en la actualidad en casi todos los ámbitos. Sus aplicaciones son muy variadas, van desde la electrónica de consumo hasta la medicina o la industria. Por esto, un equipo del CSIC, en colaboración con la Universidad de Tampere, en Finlandia, han dado un paso en esta tecnología y han presentado una nueva familia de láseres pulsados de fibra en los que la luz se genera en anillos de fibra ótica de hasta 25 kilómetros de longitud. Los resultados se han publicado en la revistaOptics & Laser Technology.
Su funcionamiento se basa en la aplicación de tecnología patentada en el CSIC y en la explotación por la empresa FYLA Láser S.L.
Estos dispositivos, ofrecen la oportunidad de crear, con un coste más reducido al de las tecnologías ya existentes, láseres de altas prestaciones con aplicaciones tales como el procesado de materiales, la medida de contaminantes atmosféricos, desarrollo de sistemas LIDAR o la metrología de precisión.
Una de las principales aplicaciones de este láser, que ya había sido publicado hace un año, era la de usar esta familia de fuentes de luz para detener gases contaminantes en la atmósfera. Para conseguirlo usaban la técnica conocida como espectroscopia infrarroja, también usada en ciencias como la medicina.
Juan Diego Ania Castañón, Director del Instituto de Óptica y coordinador del trabajo, señala que “la clave estaba en producir solitones, u ondas solitarias, en el interior de la fibra, y generar las condiciones para su preservación durante largas distancias. Estas estructuras, inicialmente observadas en canales de agua en el siglo XIX, aparecen en multitud de sistemas, desde los tsunamis o las cadenas moleculares hasta algunos modelos cosmológicos, y en nuestro caso, permiten preservar la duración de los pulsos a pesar de la gran longitud del anillo”.
Ania Castañón explica que “esta tecnología está en constante evolución, siempre buscando nuevas soluciones que respondan a las necesidades de la sociedad”
Los láseres de pulsos ultracortos son capaces de generar luz de enorme intensidad concentrada en pulsos de cortísima duración. El CSIC además ha sido capaz de concentrar la energía del láser en un pequeño número de estallidos de luz de gran intensidad. La potencia se ha multiplicado por diez y las duraciones de pulso se habrían reducido a la décima parte de una billonésima de segundo.
