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Sequía

Multas de 300 euros para 21 vecinos de Comares, Málaga, por consumo excesivo de agua

Las multas van destinadas a aquellos que gasten más de 200 metros cúbicos de agua por trimestre.

La sequía es ya un problema muy serio en muchos puntos de España. Para combatirla y frenar a los vecinos irrespetuosos en Comares (Málaga), una localidad afectada por la sequía, han decidido comenzar a aplicar cuantiosas multas a aquellos vecinos que tengan un consumo excesivo de agua.

El Ayuntamiento ha fijado el límite en los 200 metros cúbicos de agua por trimestre, además de pagar el recibo. Las multas serán de 300 euros como aviso, pero pueden llegar a los 3.000 dependiendo de la situación. Se trata de una decisión adoptada en un momento excepcional en base a un acuerdo y un bando publicado el pasado 26 de julio.

Manuel Robles, alcalde de la localidad, ha explicado que esta decisión se produce porque este consumo es "una barbaridad" e indica que "lo que no puede hacer el Ayuntamiento es un esfuerzo faraónico de estar trayendo cubos de agua". Esos cubos, dice el político, le salen a 14 euros por metro cúbico cuando ellos lo cobran por un precio que no llega a un euro el metro cúbico. Llevan 70.000 euros gastados en 3 meses y los vecinos están indignados con los que no cumplen.

Este municipio se ha visto obligado a solicitar estas cubas para combatir el problema y pueden recibir hasta 200.000 litros al día con camiones cisterna para llenar los depósitos del municipio, aunque la sequía afecta a toda la comarca. Llenar piscinas o el baldeo de calles son actividades prohibidas. A los infractores, se les podría instalar incluso un contador inteligente que cortaría el agua de manera automática.

Los embalses al límite

La ausencia de lluvias y el caluroso verano han hecho que los embalses de gran parte de España estén en una situación límite. Según el dato del mes de agosto, los embalses se encuentran en España al 40% de su capacidad, la cifra más baja desde 1995 y afecta especialmente a comunidades como Cataluña, Catilla y León, Extremadura o Andalucía.

Otra de las consecuencias en Andalucía es el estado de Doñana, donde ya se ha secado la laguna permanente y otro parque. Además, el consumo de agua embotellada ha aumentado y en muchas localidades empiezan a recurrir a desaladoras, cuyo uso es más habitual en localidades de la costa mediterránea.

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