Astronomía
Un estudio liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), descubre que la composición de los 'puntitos rojos' es polvo y que son galaxias del universo temprano que con el tiempo se fusionarán y formarán nuevos planetas.
Un equipo de astrofísicos liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) acaba de publicar nuevos descubrimientos sobre los 'puntitos rojos', las galaxias más misteriosas descubiertas por el telescopio espacial James Webb.
A través del MIRI (por sus siglas en inglés), el único instrumento que opera en el infrarrojo medio, han recogido los datos publicados en la revista 'The Astrophysical Journal', datos que arrojan luz sobre la naturaleza de las galaxias más enigmáticas descubiertas hasta el momento en los primeros tres años de andadura del telescopio JWST, los 'Little Reds Dots' (LRD), o 'puntitos rojos', como se les conoce en español.
El equipo de astrofísicos internacional descubrió que estos 'puntitos rojos' son las fábricas más eficientes de producción de polvo en el universo temprano y que además lo hacen a altas temperaturas debido a la presencia de estrellas jóvenes.
Según explica Pablo G. Pérez-González, investigador científico del Centro de Astrobiología y primer autor del artículo, "los puntitos rojos son un tipo de galaxia muy llamativo, son muy numerosos en el universo joven, cuando solo tenía el 5% de su edad actual, y son muy rojos, pero también pueden ser muy azules, dependiendo del rango espectral al que se mire. Este hecho no es nada común, puesto que no se conocían estos objetos antes de que el telescopio JWST los descubriera".
MIRI ha demostrado que los 'puntitos rojos' contienen grandes cantidades de polvo en forma de pequeños granos que contienen carbono. Este polvo está bastante caliente, no es como el polvo al que estamos acostumbrados a observar en las galaxias cercanas que tienen temperaturas negativas de -250 ºC. "Las partículas de polvo en 'los puntitos rojos' presentan altas temperaturas, parecidas a las que alcanzan nuestros hornos, casi tan altas como la temperatura que alcanza la lava de un volcán y pueden destruir esos granos de polvo", señala Pérez-González.
El motivo por el que se pueden alcanzar estas altas temperaturas es porque el polvo se calienta debido a la enorme cantidad de energía que los agujeros negros supermasivos inyectan en su entorno.
El polvo que han hallado es muy distinto al que se observa en la galaxias cercanas. La alta temperatura que presentan apunta a la existencia de una fuente de calentamiento muy energética como por ejemplo, las estrellas jóvenes y masivas o los mencionados agujeros negros supermasivos.
Lo que se conoce de la naturaleza del polvo es que son producidas por estrellas, por lo que para algunos 'puntitos rojos' el origen del polvo y la fuente de calentamiento es la presencia de una gran cantidad de estrellas azules muy jóvenes. Esto explica la presencia del color azul en los 'puntitos rojos'. Estas estrellas son cientos de veces más masivas que nuestro Sol y viven periodos de tiempo muy cortos, apenas unos pocos millones de años, en lugar de los 4.500 millones de años que lleva viviendo nuestro Sol y los 4.500 millones de años más que seguirá viviendo.
Lo más probable es que estemos presenciando el primer gran evento de formación estelar de algunas de las galaxias más jóvenes conocidas. Estos eventos tan intensos son capaces de producir elementos como oxígeno y carbono además de las mencionadas partículas de polvo.
A modo de conclusión, en este momento se conoce que el polvo se produjo en grandes cantidades en el universo temprano y que se podrá fusionar para formar nuevos planetas y posiblemente vida en ellos, explica el científico Pérez-González.
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