Teruel | Testimonio
En estos días en los que medio mundo permanece en casa para intentar frenar la expansión del coronavirus hay algunos que, aunque quieran salir, no pueden debido a las condiciones meteorológicas adversas.
Es el caso de Javier Pérez es el guarda del refugio de la Sierra de Javalambre situado a 1.500 metros de altitud. Con una actitud llena de positivismo cuenta que se encuentra aislado en el refugio donde permanece confinado. Aprovecha el tiempo para realizar tareas de mantenimiento: hacer limpieza o arreglar artilugios. Espera poder volver a estar operativo cuando acabe el estado de alarma.
En medio de un paisaje de postal, este guardia del refugio sueña con volver a salir al monte y hacer vida en la montaña. "Queremos volver a estar activos", reconoce.