CSIC
Un estudio relaciona la acumulación de agua estancada en el sistema de saneamiento y en fuentes con un mayor número de mosquitos en las ciudades.
Un estudio realizado por la Estación Biológica de Doñana, junto a la Universidad de Granada, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública y la Agència de Salut Pública de Barcelona ha revelado cómo las características ambientales y la estructura de los sistemas de alcantarillado y de las fuentes ornamentales de las ciudades influyen en la presencia de mosquitos nativos e invasores, como el mosquito tigre.
Con datos recopilados desde 2015 hasta 2019 en Barcelona, el estudio señala que las fuentes sin sistema de recirculación de agua, las temperaturas moderadas y la acumulación de agua en el alcantarillado se relacionan con un aumento de las poblaciones de este tipo de insectos.
Los investigadores estudiaron la presencia de larvas de tres especies de mosquitos en infraestructuras de agua, como alcantarillas y fuentes ornamentales, de los diez distritos de Barcelona. Las especies estudiadas fueron el mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), el mosquito común (Culex pipiens) y la especie Culiseta longiareolata.
Los resultados determinaron que los mosquitos utilizaban con mayor frecuencia aquellos recipientes que acumulan más agua. Asimismo, también se confirmó que un aumento de las temperaturas mínimas y de las precipitaciones se asocian a una mayor presencia de mosquitos en la ciudad.
Por el contrario, las temperaturas muy altas y las lluvias muy abundantes contribuyen a reducir su proliferación. En el caso de las fuentes, se observó que los mosquitos colonizaban sobre todo aquellas que no presentan sistemas para la recirculación del agua y que poseen vegetación a su alrededor.
Gracias a un programa innovador que modifica la estructura de los imbornales areneros para prevenir la acumulación de agua. Así se evita que los mosquitos la utilicen para reproducirse. También se ha demostrado que el uso de tratamientos larvicidas puede ser efectivo para reducir la presencia de larvas en los imbornales de Barcelona.
Los resultados tras la aplicación de estos tratamientos han sido alentadores, ya que han demostrado una disminución significativa de la presencia de mosquitos en los imbornales tratados. Sin embargo, estos tratamientos deben repetirse periódicamente, ya que los insectos vuelven a aparecer una vez transcurridos entre 10 y 25 días desde la aplicación del larvicida.