Parque de Doñana
La asociación ecologista 'Mujeres por Doñana' denuncia que se están celebrando fiestas 'rave' en uno de los entornos del parque más importantes para el paso del lince ibérico y otras especies que habitan en Doñana.
La música electrónica a todo volumen y la celebración de fiestas 'rave' durante los fines de semana se ha convertido en la última amenaza para el lince ibérico de Doñana. La asociación "Mujeres por Doñana" denuncia que decenas de jóvenes acampan durante las madrugadas de viernes y sábados en el paraje de Arroyo Algarve, entre los términos de Hinojos y Chucena, uno de los entornos más importantes por su diversidad de avifauna.
Es una zona que acoge dormideros de milanos reales, es lugar de nidificación y emparejamiento de los chotacabras y además vía de desplazamiento del lince ibérico en sus épocas de cortejo para la reproducción. Hasta el amanecer, se pueden ver los haces de luz y oír la música - al máximo de decibelios- a kilómetros de distancia.
El grupo ecologista "Mujeres por Doñana" en colaboración con la asociación "Burrito feliz" organizan patrullas nocturnas dentro del proyecto "Operación Chotacabras" en época de reproducción de este ave nocturna y han podido comprobar como se repiten estas fiestas de música electrónica en espacios protegidos.
Luis Manuel Bejarano, presidente de "Burrito Feliz", patrulla de forma altruista el entorno y empieza a grabar con su móvil lo que va encontrando en su recorrido. Nos muestra la zona donde han acampado- en un bosque- un grupo de jóvenes que bailan al son de la estridente música electrónica. Al avanzar unos metros, descubre un aparcamiento improvisado con decenas de coches. "Esto está organizado, están acampados en el bosque, esto es como 'Viva Zapata', aquí cada uno hace lo que le da la gana, esto es impresionante " afirma Bejerano.
Con impotencia, se lamenta "aquí tenemos la nueva Doñana que, como vemos, es mucho más que el problema del agua o la fresa" y añade "toda la zona está fuera de control, no sé cuantos coches puede haber aquí aparcados".
Son casi las seis de la mañana y Luis está a punto de terminar de patrullar pero no se ha encontrado ni un solo ejemplar de chotacabras, pequeña ave insectívora nocturna. " Hoy no hemos visto ni un solo chotacabra en todo el recorrido, ni uno" y teme que la reproducción de chotacabras "se va a ver bastante alterada".
El nombre de chotacabras o chupacabras, cuentan que viene de cuando los rebaños de ganado levantaban a estas aves posadas en sus terrenos de pasto, haciendo creer a los pastores que mamaban de las cabras.
Estas extrañas aves nocturnas de enorme boca, largos bigotes y ojos tristes llegan a mediados de abril desde África, donde pasan el invierno. El chotacabras cuellirrojo utiliza los caminos y cortafuegos del Espacio Natural de Doñana como plataforma de caza para atrapar a los insectos de los que se alimenta. En Doñana se encuentra la mayor colonia en la península ibérica de esta especie.