Tsunami
El coordinador de Protección Civil del Ayuntamiento de Cádiz incide en la importancia de elaborar protocolos y concienciar a la población sobre el riesgo de los tsunamis.
Aunque España no es una de las zonas con mayor riesgo de tsunami del mundo, nuestro país no está exento de sufrir este tipo de emergencias. En 1755, un maremoto en Huelva y Cádiz dejó miles de personas muertas y alrededor del 80% de los edificios destruidos. Y, según los expertos, "categóricamente, lo que ha sucedido una vez, volverá a suceder". Esto quiere decir que "volveremos a tener un episodio de tsunami en nuestro país".
Son las palabras de José Manuel Calvo Hurtado, coordinador de Protección Civil del Ayuntamiento de Cádiz desde hace 36 años. "¿Va a ocurrir? Sí. ¿Cuando? No lo sabemos". Pero, si ocurre, "vamos a estar en una situación de emergencia sin precedentes", ha asegurado para Antena 3 Noticias el también investigador y divulgador en materia de maremotos.
Una investigación de la Comisión Intergubernamental de los Océanos advierte de que la posibilidad de que se produzca un tsunami en el Mediterráneo que afecte a España en menos de 30 años es casi del 100%. Esta predicción tiene una sencilla explicación: "En geología, geofísica y matemáticas se estudian los periodos de retorno. Y el periodo de retorno con el que se trabaja está en 300 años y ya quedan menos de 30 años para que pasen esos 300 años".
A pesar de esto, el experto pide tranquilidad, ya que "se puede cumplir el periodo de retorno, pero la probabilidad es muy baja". Aunque advierte: "Si ocurre, la magnitud de la emergencia sería muy elevada". Por ello, asegura: "Estamos preparándonos".
"Ha habido durante muchos años cierta aversión a tratar estos temas. El ser humano tiende a huir de los problemas hasta que los tiene encima, pero el gran maremoto de Sumatra en 2004 hizo que las Naciones Unidas empezaran a darse cuenta de que estas cosas hay que tomárselas en serio", ha explicado.
En nuestro país, "el pensamiento cambió a raíz del volcán de la Palma. Ahí nos dimos cuenta de que los riesgos naturales geológicos pueden ocurrir y ocurren", ha afirmado. En este sentido, ha asegurado que el Ministerio del Interior tiene elaborado un plan nacional para enfrentar una emergencia por tsunami.
Pero el experto incide en la importancia de que también se trabaje en planes de actuación a nivel local. "Hay que implantar una serie de actuaciones que, más que costosas, son trabajosas. En Cádiz, estamos trabajando en ello".
Las medidas que Calvo Hurtado recomienda se dividen en dos grandes tipos: las que debe tomar la población y las que deben afrontar las administraciones "junto a las competencias en materia de emergencias".
"La población debe saber detectar una situación de emergencia y debe saber cómo actuar en cada caso", ha sostenido el coordinador de Protección Civil. Para identificar la emergencia, ha indicado que es importante saber que todos los maremotos vienen después de un terremoto. "Se mueven los muebles, lo vamos a notar". Y entonces es, ha dicho, el momento de actuar. "Que tras un terremoto haya un maremoto no es obligado, pero, por si acaso, debemos tomar medidas de prevención", ha zanjado.
Esas medidas de protección se deben tomar, tal y como Calvo Hurtado ha desarrollado, en el domicilio, en los colegios, en los centros de trabajo y en los lugares de ocio o servicio. "Debemos elaborar un plan para cada uno de estos lugares. Por ejemplo, cada unidad familiar, colegio, lugar de trabajo, supermercado, centro comercial... debe tener fijado un punto de reunión elevado, al menos a diez o doce metros sobre el nivel del mar", preparado para este tipo de emergencia.
Por otro lado, según su criterio, las administraciones públicas deben "fomentar la resiliencia". "Todas las estructuras van a sufrir daños, no habrá agua potable, ni electricidad... Se generará un problema de salud pública y las administraciones deben hacer que la vida continúe en el estadio más elemental y básico", ha explicado. "Por ejemplo, en Cádiz ya trabajamos con las compañías eléctricas y de agua para reforzar los servicios, para hacerlos más resilientes y resistentes" en caso maremoto.
Otra recomendación de Calvo Hurtado es insistir en la divulgación a la ciudadanía. "Es un elemento preventivo importante".
Y concluido de esta manera: "Lo de los 30 años es un cálculo probabilístico, que puede ser o no ser. Lo que debemos tener claro es que debemos tener capacidad de actuación, teniendo en cuenta que, si ocurre, se crearía un nuevo orden. Como ocurrió cuando estalló la emergencia sanitaria por el Covid, que todo a lo que estábamos acostumbrados, de un día para otro, cambió". Por esto insiste en tener una previsión de esos cambios, "para enfrentarlos".
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