Calentamiento global
Una vez concluido y analizado el año en su totalidad, la comunidad científica comprobaba que una vez más se superaba la temperatura anual media más alta en todo el mundo, confirmando la tendencia de calentamiento global.
Nuevamente un año del siglo XXI ha batido el anterior récord de temperatura media global más alta, desde que comenzaron a tomarse registros fiables hace casi 175 años. El informe emitido por el programa de la Unión Europea, Copernicus, analiza los datos recogidos a nivel global y contiene numerosos datos destacables.
El anterior récord mundial, vigente hasta que 2023 lo relegaba a la segunda posición, correspondía al año 2016, que registró una temperatura media de 14,81ºC, suponiendo una anomalía positiva de 1,31ºC sobre la media. Este año ha rozado los 15ºC de media, 1,5 grados por encima del promedio. Esta cifra es muy importante para el planeta, ya que es el valor fijado por los expertos en la Cumbre del Clima de París de 2015, como tope. Ese máximo a evitar para prevenir cambios en el clima que supongan grandes consecuencias en los patrones actuales parece ya un objetivo inalcanzable.
Son varios los valores observados a lo largo de todo el año que llaman la atención. El primero sería que la anomalía de este pasado año se esperaba alcanzar en el año 2045. La aceleración del aumento de las temperaturas habría hecho que los cambios se adelanten ¡casi 20 años!
Esto infunde pesimismo en los expertos, que llaman a buscar soluciones inmediatas que mitiguen el calentamiento global que llevaría a un cambio climático de graves consecuencias en muchos lugares.
Al final, la media de las temperaturas en 2023 superó en 0,6ºC la media registrada entre los años 1991 a 2020, y 1,48ºC más que el periodo preindustrial.
"2023 ha sido un año excepcional en el que los récords climáticos han caído como fichas de dominó. Las temperaturas durante 2023 probablemente superaron las de cualquier periodo en al menos los últimos 100.000 años”
Los primeros cinco meses del año que acaba de terminar ya se encontraban entre los 5 más cálidos, comparados con sus respectivos de otros años. Aun así lo más destacable es que de junio a noviembre, absolutamente todos esos meses marcaron nuevos récords históricos.
Julio y agosto resultaron ser los meses más calurosos jamás registrados, pero de entre todos los meses, el más destacado fue diciembre, que presentó la mayor anomalía térmica nunca antes observada en un mes, +0,85ºC respecto al período de referencia, y que representa "un grave precedente" según los expertos de Copernicus.
El tan sofocante año también dejó 2 días que sobresalen por encima del resto. Las jornadas del 17 y el 18 del pasado noviembre, que dejaron temperaturas 2ºC superiores a la media de la época preindustrial, acontecimiento tampoco observado anteriormente.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), en su informe de resumen climático anual de 2023, en España, también aprecia anomalías positivas muy significativas. AEMET ha definido el año como "extremadamente cálido y muy seco", y es que se ha situado en segundo puesto del ranking, sólo por detrás del anterior, 2022, pero con un dato muy parecido, 1,3ºC por encima del valor preindustrial.
Ya en 2014, hace 10 años, un grupo de científicos del Centros Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto a investigadores del 'Imperial College' de Londres, así como de varios centros especializados de Portugal, realizaron un estudio sobre episodios y olas de calor, así como de sequías. En sus conclusiones, el informe observó que, con el paso de las décadas, la frecuencia de estos fenómenos se había hecho mayor, y además su incidencia y magnitud también habrían aumentado considerablemente.
En Copernicus, las extensas e intensas investigaciones han tratado de buscar peculiaridades que expliquen lo vivido en 2023, y han estudiado datos de contaminación concretos, erupciones volcánicas, de océanos, etc.
Después de todo, meteorólogos y climatólogos señalan directamente dos factores como responsables principales de la excepcionalidad térmica del pasado año. El primero no es otro que los gases de efecto invernadero y cuya concentración continúa aumentando en nuestra atmósfera, una inmensa mayoría procedente de la actividad humana.
El segundo de los causantes sería un fenómeno cíclico y natural, 'El Niño'. Esta oscilación se encuentra en una intensa fase cálida que ha hecho repuntar las temperaturas mundiales, y podría seguir haciéndolo hasta mediados de 2024.
Todo ello, se espera que intensifique y aumente los fenómenos meteorológicos severos como huracanes, lluvias torrenciales, inundaciones, incendios, olas de calor o sequías, entre otros eventos extremos, así como la subida del nivel del mar.
El año además ha dejado otro dato negativo más. La superficie de hielo sobre el océano en la Antártida ha sido de mínimos históricos durante 8 de los 12 meses del año. Y en el caso del ártico, el momento del año de mayor extensión resultó ser el 4º dato más bajo de la serie.
El director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, Carlo Buontempo, exponía que "los extremos observados en los últimos meses son un dramático testimonio de lo lejos que estamos del clima en que se desarrolló nuestra civilización", y animaba a "descarbonizar urgentemente" la economía de nuestra sociedad y "prepararnos para el futuro".
De momento, 2024 no ha comenzado de una manera esperanzadora térmicamente hablando. Aunque sí ha tenido una semana de bastante frío, la segunda mitad del mes sorprendía con unas temperaturas muy elevadas, más propias de primavera y que engrosaban las listas de récords de temperatura nuevamente.
A tenor de las previsiones meteorológicas y proyecciones climáticas, 2024 apunta a ser un nuevo año bastante cálido. Incluso podría superar la marca de 2023. Así los científicos estiman que el presente año acabaría con una temperatura media entre 1,34 y 1,58ºC superior a los datos previos a la Revolución Industrial, confirmando la tendencia de calentamiento global que atraviesa el planeta.