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Calor

¿Cómo enfriar una habitación? El truco para los que no tienen aire acondicionado

Si quieres no pasar calor pero no tienes aire acondicionado, te contamos el truco para enfriar una habitación.

Cómo cuidar tu cerebro ante la nueva 'Filomena de calor'Istock

Mantener nuestra casa fría en verano parece un imposible. El calor extremo que notamos en la calle siempre acaba colándose y concentrándose dentro de nuestro hogar. Aunque parezca un ideal difícil de alcanzar, enfriar las distintas estancias de nuestra casa es posible sin un aire acondicionado ni un ventilador.

Con paciencia y algunos sencillos consejos, las distintas habitaciones de nuestra casa podrán mantenerse frías sin la necesidad de un aire acondicionado. Para quienes no tienen uno, seguir unas cuantas indicaciones puede hacer que su vivienda se convierta en un lugar más apacible y menos caluroso en pleno verano.

Una posible alternativa al aire acondicionado es el ventilador y también los famosos 'pingüinos' o, lo que es lo mismo, aires acondicionados portátiles. Si ninguna de estas alternativas está a nuestro alcance, enfriar una habitación sigue siendo posible si seguimos algunas recomendaciones.

¿Qué debo hacer?

Para intentar eliminar el extremo calor y enfriar una habitación debemos seguir unos cuantos consejos:

  • Bajar las persianas y cerrar las cortinas: el aire más fresco que entra por las ventanas en verano ocurre en las primeras horas de la mañana o durante la madrugada. Por ello, una vez aireada nuestra vivienda a dichas horas, es fundamental no permitir la entrada de la temperatura asfixiante que más adelante hará durante el resto del día. El color de las cortinas también es un aspecto clave a la hora de no pasar calor. Los colores claros y tejidos finos adquieren menor radiación solar y, por tanto, acogen menos calor.
  • Apagar los electrodomésticos: si nos centramos en enfriar tan solo una habitación es muy importante apagar los electrodomésticos. Estos aparatos desprenden mucho calor, que se concrentra rápidamente en las estancias pequeñas generando un microclima caluroso muy poco soportable.
  • Usar tejidos ligeros y de colores claros: la vestimenta y la ropa de cama también pueden producirnos calor. Es importante no utilizar tejidos gordos y oscuros que desprendan más calor que, por ejemplo, tejidos de algodón o seda de color claro.
  • Aparatos de humidificación: estos aparatos se encargan de renovar el aire constantemente y, aunque sean aparatos que tienen que estar conectados, es bueno que nuestra habitación adquiera un aroma refrescante que se encargue de renovar el aire junto a otras medidas.

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