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Clima

Científicos de Harvard vaticinan grandes diluvios a medida que el Sol se caliente

Un equipo de investigadores de Harvard ha realizado varias simulaciones que explican los grandes diluvios que podrían llegar.

Los grandes diluvios que llegarán tras la sequíaGetty Images

Existe muy poca información sobre cómo se llegaba a comportar el clima en el pasado de nuestro planeta. Un pasado donde incluso los polos dejaron de existir por momentos y la temperatura media del planeta llegaba a estar hasta diez grados por encima de la temperatura actual. Estas condiciones llegarán a repetirse conforme el sol comience a brillar con mayor intensidad.

Tras estas dudas que plantea el pasado del planeta Tierra, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard ha realizado experimentos e investigaciones para contestar a estas preguntas.

En el estudio, explican que en climas extremadamente calurosos puede llegar a haber varios días sin lluvia sobre el océano. No obstante, se produciría una enorme y devastadora tormenta sobre ese espacio, precipitando una inmensa cantidad de lluvia. Después, todo se llegaría a calmar y al cabo de unos pocos días volvería a ocurrir este ciclo. Esto es lo que alega Jacob Seeley, primer firmante de la investigación y perteneciente al Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de Harvard.

Robin Wordsworth es el autor principal de este estudio capaz de resolver aquellas incógnitas del pasado y mirar hacia el futuro. Wordsworth apuntaba que "este ciclo episódico de diluvios es un estado atmosférico nuevo y completamente inesperado".

Los experimentos y sus respuestas

En el modelo atmosférico, Wordsworth y Seeley aumentaron la temperatura de la superficie del mar a 130 grados Fahrenheit, unos 54,4 grados centígrados. Hubo dos maneras de conseguir esto, o bien agregar 64 veces la cantidad actual de CO2 en la atmósfera o aumentar un 10% el brillo del sol.

Al acercársele aire a esa superficie, este se vuelve extremadamente cálido. En este proceso, la absorción de luz solar y vapor de agua forman una capa de inhibición. Esto se trata de una barrera que hace que las nubes se eleven hacia la atmósfera superior, por lo que no se forman nubes de lluvia. Toda esa evaporación queda atascada en capas atmosféricas muy cercanas a la superficie.

"Hay una tonelada de enfriamiento en lo alto de la atmósfera y una tonelada de evaporación y calentamiento cerca de la superficie, separados por esta barrera. Si hay algo que puede atravesar esa barrera y permitir que el calor y la humedad de la superficie entren en la fría atmósfera superior, se producirá una enorme tormenta", afirmaba Seeley.

Después de la gran tormenta, las nubes desaparecen, las lluvias paran durante unos días y luego vuelve otra vez este mismo ciclo. "Nuestra investigación demuestra que todavía hay muchas sorpresas en el sistema climático", declaraba Seeley.

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