EEUU
Las nevadas del invierno han recargado las cascadas en el Parque Nacional Yosemite, que alberga una de las más altas del mundo. Con el deshielo, que suele ocurrir entre mayo y junio, las cascadas bajan repletas de agua. Dentro de sus casi 3000 kilómetros cuadrados, podemos ver valles profundos, prados, secuoyas gigantescas y una selva extensa.
La cascada más grande mide 762 metros sobre el suelo del valle. Fluye de noviembre a julio, con un flujo máximo en mayo. Las imágenes del agua corriendo se han hecho virales gracias a las redes sociales de los turistas que visitan el Parque nacional.
En abril, el Departamento de Recursos Hídricos de California registró casi 3 metros y medio de nieve, un 237 por ciento más de lo normal para ese mes. Después de los tres años más secos registrados y los efectos devastadores de la sequía las inundaciones se abrieron paso con el deshielo. De hecho, a finales de abril el Parque tuvo que ser cerrado a consecuencia de las inundaciones.
El Parque Nacional de Yosemite también cerró al público el 1 de marzo debido a las tormentas invernales. Los trabajadores del parque realizaron labores para retirar toneladas de nieve y restablecer los servicios esenciales. El Parque tiene varias cascadas repartidas por diferentes áreas que salpican sus montañas y rocas. El mejor momento para visitarlas es entre mayo y junio, coincidiendo con el deshielo. Si las capas de nieve son muy grandes, este periodo suele extenderse.
Dentro del parque está prohibido alimentar o acercarse a los animales salvajes, cazarlos, recoger reptiles y mariposas, plantas u objetos arqueológicos o históricos, como puntas de flechas. En Yosemite viven osos negros que a menudo andan en busca de comida. Es recomendable guardarla a buen recaudo para evitar problemas. Se recomienda, especialmente de noche, guardar la comida en un armario a prueba de osos (provisto en las áreas de acampar y en algunos parkings). Llamamos "comida" a cualquier cosa que tenga aroma, sin importar su envase.