Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021
La inestabilidad climática es un importante factor en el aumento del hambre en el mundo y es una de las principales causas de las crisis alimentarias.
El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero ha alterado el equilibrio natural de nuestro planeta. Ha provocado inundaciones, sequías, olas de calor y tormentas. En los últimos años, los fenómenos climáticos extremos se han intensificado con consecuencias cada vez más evidentes.
Más de 690 millones de personas en el mundo pasan hambre por diversas razones y el cambio climático es una de ellas. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, si no se hace nada, 600 millones de personas más se encontrarían en esta situación en 2080 debido al cambio climático.
El acceso a los alimentos y a su disponibilidad están afectados en buena parte del planeta por el cambio climático. El número de personas desnutridas tiende a ser mayor en países con alto riesgo de fenómenos meteorológicos extremos, especialmente donde gran parte de la población depende de la agricultura intensiva local.
El cambio climático reduce o incluso destruye los cultivos de los pequeños agricultores y actúa como una amenaza sobre el funcionamiento de los sistemas de producción agrícola. Además, la inestabilidad de las cosechas provoca el incremento de los precios de los alimentos básicos en los mercados internacionales, lo que genera fluctuaciones económicas que son perjudiciales para los productores y los consumidores.
Los países en desarrollo son los primeros afectados por las consecuencias del calentamiento global. Hoy en día 183 millones de personas se encuentran en situación de estrés alimentario. Siete de cada diez de estas personas se concentran en una treintena de países de África.
Países más afectados
África tiene el mayor número de personas en situación de inseguridad alimentaria grave que necesitan asistencia, especialmente en los países del Cuerno de África y África meridional, que se ven gravemente afectados por los fenómenos climáticos. Entre 2015 y 2016, muchos países experimentaron sequías severas debido a una manifestación particularmente fuerte del fenómeno de El Niño. Es responsable de una gran cantidad de anomalías climáticas en varias regiones del mundo.
El hambre alcanza niveles extremos en Madagascar
La zona sur de Madagascar atraviesa la peor sequía en cuatro décadas. Más de un millón de personas sufren graves carencias alimentarias, obligadas en algunos casos a medidas de supervivencia como comer insectos o alimento para ganado con el único objeto de subsistir. Los habitantes de muchas aldeas cuentan su dura experiencia como Tsimamorekm Aly "desde hace casi tres años las cosas están muy mal. No hay lluvia, no hay campos debido a la sequía. Puedo pasar días sin comer". Una dureza de la que tampoco se libran los niños.
La falta de lluvias que arrastra la zona meridional de Madagascar desde hace cinco años ha venido a sumarse a la erosión del suelo derivada de la deforestación y a las tormentas de arena que han hecho impracticables grandes zonas agrícolas, haciendo imposible la supervivencia quienes dependen básicamente del sector primario o aspiran a ser autosuficientes.