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Ola de calor

Así combaten el calor los animales del zoo de Barcelona

Zumos o fruta congelada, el cambio constante del agua de los abrevaderos o refrescantes manguerazos son algunas de las medidas que toman estos días en el zoológico.

Tres elefantas de más de 50 años se refrescan con el chorro de las mangueras y varios chimpancés saborean bloques de zumo congelado. Con la ola de calor que azota estos días España, el zoo de Barcelona adopta unas medidas extraordinarias para garantizar el bienestar animal de forma que ellos puedan también combatir las intensas temperaturas.

En Antena 3 Noticias hemos recorrido estas instalaciones para ver cómo los cuidadores y cuidadoras no solo "duchan" a los paquidermos con refrescantes manguerazos: "A primera hora de la mañana también se mojan las instalaciones para que los animales estén frescos y favorecemos la ventilación y las corrientes de aire en espacios cerrados", cuenta Antoni Alarcón, director del zoo de Barcelona.

Otras de las medidas que toman estos días es que, de forma más frecuente, se renueva el agua de los abrevaderos para que esté siempre fresca y en la dieta de algunas especies se incluyen los helados de frutas. "Por ejemplo, a los chimpancés estos días les repartimos bloques de zumo congelado; a las mangostas, cubitos de hielo con gusanos o a los capibaras les damos fruta congelada. Así se hidratan de forma complementaria", añade Alarcón.

A diferencia de otras época del año, cuando las temperaturas son tan elevadas se garantiza que los animales puedan acceder siempre que quieran a zonas de sombra y techadas de sus propios recintos, manteniendo las compuertas en todo momento para reducir el efecto del calor.

Este protocolo no es nuevo, pero sí se refuerza en episodios de temperaturas intensas como las que se están viviendo y complementan las rutinas diarias: "En épocas como las que estamos viviendo se refuerzan cada vez más, desgraciadamente son los resultados del cambio climático", explica Alarcón.

La abundante vegetación garantiza que las temperaturas del zoo de Barcelona sean entre dos y tres grados más bajas que en el resto de la ciudad. De hecho, están dentro de los refugios climáticos con los que cuenta la ciudad condal.