Día de las Aves
La ONG pone en valor siete de las 632 especies de aves que hay en España y reclama cero amenazas para ellas, teniendo en cuenta que las aves son uno de los mejores indicadores de la calidad de vida. El águila imperial ibérica, el urogallo o la pardela balear son algunas de las protagonistas de este año.
Coincidiendo con su 70 aniversario, SEO/BirdLife, la organización decana en la protección del medio ambiente en España, hace un llamamiento para no bajar “la guardia” en la protección de especies amenazadas. Bajo el lema ‘7 Aves, 0 Amenazas’, pone en valor siete de las 632 especies de aves que hay en España. Asimismo, reclama cero amenazas para ellas, teniendo en cuenta que las aves son uno de los mejores indicadores de la calidad de vida, como reconoce la Unión Europa, y están entre los índices más importantes para medir la sostenibilidad y el bienestar social, según recoge Eurostat.
Según el Libro Rojo de las Aves de España, el 56% de las aves evaluadas presenta problemas de conservación y el 25% (90 especies) de la avifauna española se encuentra amenazada e incluida en categorías de riesgo de extinción.
“Necesitamos un mundo con aves. Sin ellas nuestras vidas están en el aire”, nos señala Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, y añade: “Llevamos 70 años estudiando a las aves en el campo y defendiéndolas en los despachos. No se trata de un capricho naturalista; se trata de garantizar un mundo habitable, sano y resiliente. La biodiversidad es un termómetro de salud de los ecosistemas, y las aves actúan como el canario de la mina. Este fin de semana animamos a todas personas a mirar al cielo y descubrir el apasionante mundo de las aves”.
El águila imperial ibérica, el urogallo, la pardela balear, el aguilucho cenizo, el buitre negro, el vencejo común y la malvasía cabeciblanca son las especies seleccionadas para protagonizar esta edición del Día de las Aves. Son representativas de distintos ecosistemas y están relacionadas con trabajos que desarrolla SEO/BirdLife desde hace 70 años, de custodia del territorio, de divulgación a través de las cámaras en directo, de agricultura sostenible o de actividades con los grupos locales de la organización. Todas ellas han sido foco de atención de la campaña ‘Ave del Año’ que cada año la ONG pone en marcha para llamar la atención por su grave estado de conservación o por ser representativas de ecosistemas muy amenazados.
[[H2: ‘Siete aves’ ]]El águila imperial ibérica es la más exclusiva de las rapaces. Tras décadas de persecución, como se hizo con otras rapaces, la población tocó fondo en los años 70 con un primer censo de 38 parejas en 1974. Desde entonces, la población comenzó a recuperarse, con serios problemas debidos a la presencia de veneno en los campos y a la proliferación de tendidos eléctricos mal planificados.
El urogallo, la mayor de las aves gallináceas europeas, tiene en los bosques del norte de España unas poblaciones que se acantonaron en las montañas al final de las últimas glaciaciones. Es una especie que se cazaba preferentemente durante el celo, lo que resultaba particularmente destructivo. A pesar del claro declive, no fue hasta 1979 que su caza dejó de ser legal, si bien continuó furtivamente. A pesar de los esfuerzos de conservación, en los que ha participado SEO/BirdLife, no se ha conseguido que las poblaciones comiencen a recuperarse. El cambio climático y la proliferación de infraestructuras (tendidos eléctricos, centrales eólicas, estaciones de esquí, pistas forestales) son una amenaza que no deja de plantearse para esta ave tan bella como sensible. Las molestias por parte de actividades en la naturaleza, particularmente en invierno, cuando su supervivencia es más delicada por la falta de alimento, y la degradación del sotobosque por la abundancia de ungulados se suman a los problemas que afrontan.
La pardela balear es el endemismo español más amenazado y el ave marina en más serio peligro de desaparecer en Europa. Debido a la pérdida de recursos, su principal fuente de alimento ha pasado a ser los descartes de pescado procedentes de los barcos pesqueros. Esta dependencia hace que se acerquen a las embarcaciones y mueran accidentalmente en las artes de pesca. Desde que, en 2001, se declarara a la pardela balear como Ave del Año, SEO/BirdLife ha trabajado en la conservación de esta y otras aves próximas, sobre todo sensibilizando al sector pesquero para utilizar técnicas que contribuyan a suprimir la captura accidental. Las especies exóticas invasoras, como las ratas y los gatos asilvestrados, son, en este caso, un muy grave peligro añadido contra esta ave marina.
El aguilucho cenizo es una especie muy asociada a medios agrícolas, dado que anidan en el suelo en hábitats herbáceos. Si bien muchas parejas se instalan en pastizales naturales, la gran mayoría lo hacen en campos de cereal, donde se alimentan de los roedores que abundan en estos cultivos. Dado que cada vez existen variedades de cereales de ciclo más corto y que, por el cambio climático, se adelantan las cosechas, se produce un desfase con la época de nidificación y muchos jóvenes incapaces aún de volar, mueren en las cosechadoras. Gracias a la actividad de los grupos locales de SEO/BirdLife, con la colaboración de las autoridades y de los agricultores, se están salvando muchas de esas nidadas. Las personas voluntarias localizan los nidos, tratan con los propietarios de las fincas y llevan a cabo, en el momento preciso, las medidas de salvaguarda necesarias para asegurar la conservación de esta gran aliada de los agricultores.
El buitre negro es el ave voladora de mayor envergadura del mundo. Esta rapaz, que se distribuye por la cuenca del Mediterráneo y Asia central, ha sufrido mucho con la persecución directa y el veneno. Gracias a la labor de las autoridades y de asociaciones como SEO/BirdLife, esta y otras necrófagas han parado su tendencia negativa. Se tratan de grandes aliados de los ganaderos, dado que eliminan rápida y eficazmente las carroñas del campo, evitando que se extiendan enfermedades muy graves y que proliferen especies oportunistas. Su reproducción en la colonia del valle del Lozoya puede ser seguida por el público en la cámara en directo instalada por SEO/BirdLife junto con el Parque Nacional Sierra de Guadarrama.
El vencejo común es una especie que se asocia al medio urbano y cuyo jirriar estridente acompaña a muchas personas en pueblos y ciudades durante los meses más cálidos. Una vez abandonan el nido, los jóvenes no se posarán hasta que, ya adultos, se reproduzcan por primera vez. Estos magníficos voladores se alimentan exclusivamente de insectos y, al final del verano, se desplazan a zonas ecuatoriales donde, siempre sin posarse, permanecerán volando miles de kilómetros hasta que regresen la primavera siguiente. Las edificaciones modernas carecen, en muchos casos, de los huecos que los vencejos necesitan para anidar, lo que se solucionaría fácilmente con una adecuada planificación que permite compatibilizar las reformas arquitectónicas con la fauna urbana.
La malvasía cabeciblanca fue un emblema de la conservación a finales del siglo pasado cuando, en 1977, se llegaron a contar tan sólo 22 ejemplares. La protección estricta de su hábitat hizo que la población comenzara a recuperarse, pero en 1991 empezaron a observarse ejemplares de malvasía canela, especie próxima pero exótica e introducida que hibridaba fácilmente con la autóctona. Estos ejemplares procedían del Reino Unido donde, en un ejemplo sin precedentes de cooperación entre países y organizaciones, la población de la especie invasora se pudo controlar y, en la actualidad, la malvasía cabeciblanca ha podido recolonizar el norte de África desde el sur de la Península.
[[H2: ‘Cero amenazas’ ]]SEO/BirdLife reclama cero amenazas para las aves, teniendo en cuenta que son uno de los mejores indicadores de la calidad de vida. Las principales amenazas a las que se enfrentan las aves en España son las graves alteraciones de los hábitats, frecuentemente asociadas a una intensificación de las explotaciones o a un cambio radical en el uso del suelo. La industrialización de la agricultura ha sido un motor de estos cambios, pero, más recientemente, ha sido la invasión de centrales de producción de energía, y los tendidos eléctricos asociados, la que está destruyendo los ecosistemas a gran escala, lo que representa la principal amenaza para muchas especies de aves.
Pese al gran esfuerzo de las administraciones y la sociedad civil, las grandes rapaces siguen sufriendo una mortalidad ilegal por disparos y veneno ilegales. Tóxicos como el plomo envenenan nuestros campos debido al uso de munición de este metal que, al ser ingerido por las aves y otros animales, se acumula a lo largo de la cadena alimenticia. Por último, si bien los pueblos y las ciudades son cada vez más verdes, en ellas también son abundantes las amenazas, en forma de cristales contra los que colisionan las aves o en una pérdida de lugares de nidificación.
Por todo ello, SEO/BirdLife reclama una mayor responsabilidad de las administraciones a la hora de planificar estratégicamente el uso del territorio y las labores de renovación y adecuación de nuestras ciudades para que sean compatibles con la biodiversidad que está sufriendo de un grave retroceso a nivel global.